Jorge García: «La serie tiene demasiados cabos sueltos difíciles de atar»

Maltratada por los programadores de TVE durante las últimas tres temporadas, «Perdidos» («Lost») es una de las series con más seguidores del planeta. Los fans españoles ya se saben de memoria el protocolo para verla en internet, cada jueves por la mañana, sólo unas horas después de su emisión en EE UU. Por arte de magia, alguien ha subtitulado los capítulos, y los «losties» hispánicos ya se han acostumbrado al ordenador y la versión original. Para cambiar esa tendencia, Cuatro se ha hecho con los derechos de la serie, que emite desde la primera temporada. La quinta se estrena en Fox este jueves.

– Quedan tres capítulos para que termine la quinta temporada en EE UU. ¿El final está a la altura de las anteriores?

– Cada vez que nos dan un guión de fin de temporada, faltan páginas, simplemente no están, y a mí sólo me entregan los textos definitivos de mis secuencias. Y sobre el final de la quinta temporada, hay partes que nunca me entregaron para evitar filtraciones, son secretas.

– Quedarán sólo 16 capítulos para explicar muchas cosas y que sea creíble ¿Te asusta que no lo consigan?

– Bueno, no es mi responsabilidad, pero la verdad es que quedan demasiados cabos sueltos que son bastante difíciles de atar.

– En esta temporada han aparecido los viajes en el tiempo. ¿Crees que estaban en la mente de los guionistas desde el principio o que han aparecido sobre la marcha?

– (Risas) Alguien me enseñó una entrevista con Damon Lindelof (uno de los productores) en la que aseguraba que la serie no se iba a mover en el tiempo, cuando todo se explicaba con los «flashbacks». Y ahora, pues ya ves…

– La serie tiene unos seguidores muy fieles para los que es algo más que un entretenimiento ¿Sientes alguna responsabilidad?

– Bueno, sí que siento algo, porque es verdad que el público está siempre analizando cada detalle de los capítulos. A veces veo algo que sé que no encaja, algún error y les digo: oye, esta ventana está rota, o aquí falta otra tumba en el cementerio, y cosas así, porque si yo no lo identifico, es posible que la gente haga interpretaciones raras. Tenemos que estar siempre alerta.

– Tu personaje es como el que pone la luz entre tantos pecadores. Todos tienen historias de las que huir.

– Sí, es el que pone la ilusión, aunque sea lanzándose cuesta abajo en una furgoneta. Y me gusta que así sea, pero creo que sobre todo Hurley es la voz del público, y se hace en la serie las preguntas que todo el mundo se hace en su casa sobre los viajes en el tiempo o cualquier otra cosa.

– Pero en esta temporada se vuelve un poco loco… ¿Va Hurley hacias las tinieblas?

– No sé adónde puede ir. Como actor, es cierto que prefiero cuando tengo diferentes colores para actuar, es muy gratificante, y mi preferencia es combinar colores. Pero no creo que se vuelva loco, porque Hurley siempre piensa que lo está, y los locos nunca lo reconocen.

– «Lost» es una serie global, con personajes coreanos, escoceses, australianos, africanos. ¿Siente que representa al mundo hispano?

– Sí, sin duda. Cada hispano que hace algo nos representa, y creo que esa es una parte que le ha dado éxito a la serie, que haya muchos colores, porque se puede decir que «Perdidos» es la primera serie global.