La Unión Europea prefiere no mover ficha

BRUSELAS- El ruido de tanques en Georgia, país vecino, tuvo menos impacto en Europa del que se esperaba. Más si se tiene en cuenta que este país participará mañana en Praga en la cumbre para lanzar a la Asociación Oriental la nueva iniciativa de la política de vecindad de la Unión Europea, y que los alrededores de Tiflis serán desde hoy el escenario de un ejercicio militar de la OTAN.Precisamente Georgia se refirió a estas maniobras para culpar a Rusia de mover los hilos del alzamiento militar abortado, ya que Moscú vería la llegada de las tropas europeas como un desafío ante el que se debía enseñar los dientes.Fuentes de la Alianza rechazaron que hubiera la más mínima tensión o algún tipo de comentario entre los representantes rusos y el resto de los miembros, ayer, en los pasillos de la institución. No obstante, sí reconocieron que las maniobras provocaron cierto recelo, que condujo a que Moscú rechazara su participación como observador.A pesar de que sólo Tiflis señaló al país que dirige Dmitri Medvedev como instigador del motín, Georgia contó con un buen precedente sobre el que basar su acusación. Hace menos de dos meses, el Kremlin anunció un «rearme a gran escala», en el que incluyó sus arsenales nucleares, como respuesta a la ampliación de la alianza en sus fronteras.No obstante, algunos analistas, que quieren mantener el anonimato, no observan ningún cambio en el proceso de reenganche que los aliados llevan a cabo con Rusia, y recuerdan que la semana pasada se celebró el primer encuentro ministerial entre la OTAN y Rusia, con otro pendiente antes del verano.La situación fue confusa durante la tarde de ayer, según reconocieron desde la Comisión Europea. Por esta razón, en el Ejecutivo comunitario tampoco movieron ficha y prefirieron mantener la prudencia, a la espera de recibir más información sobre la sublevación del batallón de blindados de la localidad de Mujrovani.Este supuesto golpe militar, como lo calificaron las autoridades de Georgia, llegó sólo un día antes de que este país participe en el lanzamiento de la Asociación Oriental. Este nuevo instrumento de la Unión Europea quiere fomentar la estabilidad con los vecinos del este y cooperar en la construcción del Estado de Derecho en los seis países que forman parte: Armenia, Azerbaiyán, Bielorrusia, Moldavia y Ucrania, además de la propia Georgia.Un español, al mandoLa planificación de los ejercicios de la OTAN, señalados como origen del problema, se inició en la primavera de 2008, antes del estallido de la crisis de agosto que enfrentó a los ejércitos de Georgia y Rusia.Fuentes de la Alianza se preguntaron que, si entonces su celebración no planteó problemas al Kremlin, por qué lo hizo ayer, aunque convinieron en que el momento puede que no fuera el más apropiado. En las maniobras colaborarán 20 países hasta finales de junio próximo, entre ellos España, y al mando estará el general Cayetano Miró Valls. Estarán divididas en dos fases, una centrada en la cooperación entre cuadros superiores y otra en la respuesta en un escenario ficticio de la crisis. En la primera participarán 650 militares, mientras que en la segunda sólo 450 soldados.