Investigación científica
Las células madre embrionarias una terapia arriesgada
madrid- Sin dar apenas tiempo de asimilar la aprobación de la Administración Obama que autoriza la financiación pública de investigaciones con células madre procedentes de embriones, la compañía californiana Geron ha iniciado la fase 1 de un tratamiento con células embrionarias contra la parálisis espinal subaguda torácica. La fase 1 implica pruebas de seguridad directamente sobre voluntarios humanos, que aportará la Asociación Americana de Lesión Espinal. El tratamiento consiste en inyectar las células directamente sobre la zona dañada para regenerar el tejido neuronal. Pruebas realizadas en laboratorio lograron devolver la movilidad a las extremidades inferiores de roedores gracias a la estimulación del crecimiento del tejido nervioso y la regeneración de la mielina, la membrana que recubre las neuronas y que facilita la comunicación mediante impulsos eléctricos entre ellas. «Si se evidencia que es igual de efectiva y segura en humanos, sería el primer tratamiento directo contra lesiones de médula espinal que devolvería la esperanza a miles de afectados por parálisis», asegura Richard Fessler, de la Escuela de Medicina de la Universidad Northwestern de Chicago (Illinois), uno de los siete centros en los que se llevarán a cabo los ensayos. Los ensayos se realizarán sólo con el permiso expreso de pacientes que hayan sufrido la lesión entre una y dos semanas antes del tratamiento. Su objetivo es no sólo demostrar su seguridad, sino también comprobar que devuelve la movilidad en las piernas y la sensibilidad en el tronco por debajo de la lesión. Algunos de los mayores hándicaps que presenta la terapia celular con células embrionarias son el rechazo del sistema inmune y el riesgo de provocar cáncer. Un reciente estudio de «Nature Genetics» cifró en cerca de un 80% el porcentaje de células embrionarias que tienden a volverse cancerosas in vitro. «El reto de la ciencia actual es frenar esta tendencia natural sin olvidar que las terapias a base de células madre adultas del propio paciente resultan mucho más seguras y evitan el rechazo inmunológico», asegura Vidal. Lesiones graves Las críticas a la iniciativa de Geron no se han hecho esperar. Asociaciones médicas de EE UU advirtieron de que los tests se van a iniciar «sobre la base de un estudio con ocho ratas con lesiones moderadas, mientras que los pacientes humanos tendrán lesiones graves». También aseguraron que el tratamiento no resultó efectivo cuando se administró más de una semana después de provocar la lesión a los roedores, además de que obligará a los pacientes a tomar inmunosupresores de por vida, lo que además aumentará su riesgo de infección tras someterse a la operación, «eso sin tener en cuenta el riesgo de desarrollar tumores».
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