Sevilla
Las fiscalías de Medio Ambiente no tienen ni fotocopiadoras
Madrid- La mayor parte de fiscalías de Medio Ambiente en España denuncian las ínfimas condiciones de personal y material con las que trabajan. Algunas descripciones, muy detalladas, hablan de falta de fotocopiadoras, faxes estropeados, escáneres en cajas o la carencia de funcionarios que puedan llevar un papel al juzgado. Y eso a pesar de que la memoria de la Fiscalía en 2008 dice que aunque «sigue habiendo importantes carencias, hay un proceso de evidente mejora». Un ejemplo alarmante de la carencia de medios existente lo describe la Fiscalía de Castellón. «Al disponer de una única fotocopiadora y aún siendo la querella el medio más idóneo para ejercitar la acción penal, en la sección no se interponen querellas sino denuncias para no tener que acompañar las oportunas copias». El escáner, en la caja La Fiscalía de Badajoz, por su parte, explica que «recientemente se ha enviado a la Fiscalía un aparato para escanear documentos, si bien aún no está instalado, con lo cual se nos plantea el problema en cuanto a la remisión de copias de las sentencias a la Fiscalía Coordinadora». El texto remitido desde la ciudad extremeña termina con un lacónico «es de esperar que los técnicos finalmente nos instalen el aparato para poder escanearlas (se refiere a las sentencias). Hasta ahora es un fiscal, cuando puede, el que tiene que ir a los juzgados con un sistema de almacenamiento informático a copiarlas. El caso de Sevilla es parecido a los anteriores. «Lamentablemente, a pesar de los oficios librados desde hace año y medio, la Consejería sigue sin proveer a la sección de medio ambiente de fax y escáner con el que adaptar al formato electrónico las resoluciones de interés que llegan en papel, para evitar su remisión en papel a todos los fiscales». La remisión hecha por la Fiscalía de Zaragoza muestra a la perfección los recursos con los que cuenta este órgano judicial. «Se ha creado una base de datos con la ayuda de un funcionario con gran capacidad informática y voluntad de colaborar». El propio texto reconoce que «esta iniciativa no es más que un parche». Exactamente igual pasó en la Fiscalía de Madrid, donde los funcionarios crearon su propio programa y lo ofrecieron a otras fiscalías. Ni un solo funcionario La falta de personal y de un espacio físico propio donde realizar el trabajo son críticas generalizadas. En León, por ejemplo, no hay ningún «funcionario que realice labores burocráticas», carencia que dice la Memoria «está bastante generalizada en las fiscalías pequeñas». Desde Huelva, la petición es «contar con un espacio físico propio y personal auxiliar adscrito» y en Tarragona, Valencia, Mallorca y Madrid se habla también de «carencias materiales y de personal auxiliar». Mención especial tiene en la memoria la situación de Bilbao. «Son llamativos sus medios a tenor de su importancia y población». Se señala también el grave problema de «la inmensa movilidad de personal». Mientras, en Tarragona, la Memoria señala que hay tres fiscales, pero que no trabajan juntos debido a problemas de índole personal. En general, la Memoria está cargada de ejemplos puntuales en los que se denuncian condiciones paupérrimas. Las Fiscalías de Medio Ambiente son las encargadas, por ejemplo, de investigar delitos urbanísticos, incendios forestales o contra el patrimonio natural.
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