Aragón

Las llamas se quedan a la puerta de las casas de Mojácar

El fuego fue controlado la tarde de ayer. Antes, el miedo se apoderó de los habitantes, que vivieron su «noche más larga».

Los hoteles de Mojácar fueron desalojados por la proximidad de las llamas al corazón de la población andaluza
Los hoteles de Mojácar fueron desalojados por la proximidad de las llamas al corazón de la población andaluzalarazon

MADRID-El fuego daba ayer las primeras señales de tregua después de una infernal semana en media España. El incendio más grave de las últimas horas fue el declarado en la Sierra Cabrera de Almería, cuyos vecinos y turistas empezaban ayer a respirar tranquilos tras una larga noche a la luz de las llamas. El incendio obligó a desalojar como medida preventiva a todos los residentes de Mojácar, Turre y Abla, más de 3.000, que en la tarde de ayer volvían a sus casas de forma escalonada.Los Bomberos tuvieron que luchar contra los elementos más adversos, con temperaturas superiores a los 40 grados y vientos de 80 kilómetros por hora que dificultaban en extremo las labores de extinción. En la calleLa cercanía de las llamas, que llegaron a apenas 15 metros de algunas viviendas, obligó a alojar a los vecinos en albergues provisionales de las localidades vecinas de Garrucha, Vera, Carboneras y Cuevas de Almanzora. Algunos de los evacuados tuvieron que dormir a la intemperie con sus toallas como único lecho y el raso cielo de la noche como único techo.«Hubo que evacuar a todo el pueblo y temimos que las llamas pudieran afectar a las casas», explica Ángel Medina, primer teniente de alcalde y concejal de Turismo de la localidad. «Muchas personas fueron llevadas a poblaciones cercanas y otras acogidas por familias de la zona; yo mismo tuve a trece en mi casa», recuerda. Según explica Ángel, «el fuego cercó algunas casas, quemando algunas ventanas o puertas, pero por suerte no hubo que lamentar ningún herido grave, sólo algunos leves, ni se llegó a quemar ninguna vivienda». El concejal cree que el incendio que hubo hace nueve días, en la misma sierra que comenzó a arder el jueves, está relacionado con el de las últimas horas. «El fuerte viento que entraba del interior pudo avivar algunas brasas. Las condiciones de calor y viento eran terribles», explica. Por momentos, todo el mundo se implicó en la lucha contra el fuego. «Se llevaba agua y hielo a los Bomberos». «La verdad es que el personal enviado por Medio Ambiente y Defensa ha actuado de forma conjunta y profesional. Hay que felicitarlos», concluyó.La lucha desesperada contra el fuego tenía también su epicentro en Aragón, donde más de 2.000 personas participaban en las labores de extinción de unas llamas que en apenas dos días habían devorado más de 10.000 hectáreas. La desesperación llevó a los ayuntamientos turolenses de las Cuencas Mineras a convocar a los vecinos para intentar controlar los perímetros de los focos que asolaban la zona. «Esto nos ha superado a todos por la magnitud del incendio, por lo que no hay medios para atacar el fuego en el momento adecuado», relataba el vicepresidente de la comarca, José María Merino.Sin embargo, a pesar de las altas temperaturas, a lo largo de la jornada de ayer no se dieron las condiciones meteorológicas extraordinariamente adversas que se produjeron en el inicio de los fuegos, con elevadísimas temperaturas, grandes rachas de viento de hasta 80 kilómetros por hora y bajísima humedad, a lo que se sumaron 5.000 rayos que cayeron en la zona durante la noche del martes, lo que posibilitó que se controlaran algunos frentes. A última hora de la tarde tan sólo 18 personas, vecinos de Montoro de Mezquita, permanecían fuera de su lugar de residencia por precaución, mientras que el resto de desalojados pudo retornar a sus municipios de origen.Mientras, en otros focos de fuego que había ayer en España, los efectivos de Bomberos luchaban por acabar con el incendio de la Serranía de Cuenca, al que ayer se incorporaron nuevos refuerzos aéreos, y más personal del UME (Unidad Militar de Emergencias). La misma situación se repetía en Segorbe (Castellón), donde más de 1.500 personas fueron desalojadas por las llamas. La mayoría pudieron volver a sus casas ayer.A última hora de la tarde de ayer se declaraba un incendio forestal en una zona de monte bajo situada entre los términos municipales de Lanjarón y Lecrín, en la provincia de Granada. El fuego se originó sobre las 19:30 horas en un barranco de difícil acceso.