Las «torturas falsas» de ETA convencen al tribunal

La Audiencia de Guipúzcoa ha rechazado el recurso presentado por quince guardias civiles imputados por supuestas torturas denunciadas por los etarras Igor Portu y Mattin Sarasola, presuntos autores del atentado contra la T-4 en el que murieron dos personas. Los agentes han alegado siempre que la detención fue violenta por la resistencia de Portu y Sarasola. Sorprende que la Audiencia no haya tenido en cuenta no ya los informes forenses que ofrecen conclusiones contradictorias sobre el origen de las lesiones o que las fotografías que se tomaran en el reconocimiento realizado a Igor Portu acabaran en poder de ETA, sino que haya despachado sin más un documento del máximo dirigente de la banda, Txeroki, en el que reconocía literalmente «las torturas falsas» de Igor Portu y las encuadraba en una estrategia etarra planificada. Los renglones torcidos de la Justicia no se acaban.