López se prepara para gobernar solo

Es probable que la derrota en Galicia no dejara la noche del domingo a los socialistas saborear el éxito en el País Vasco. Ayer lo enmendaron. Y en la reunión de la Ejecutiva Federal se habló de «éxito sin precedentes» del PSE, que no ha dejado de crecer electoralmente desde que Patxi López tomara las riendas. Así es, pero aún reconociendo el espectacular avance y la derrota por primera vez del bloque nacionalista, el resultado no deja de ser endiablado para los socialistas. ¿Y ahora qué?, es la pregunta. Pues a juzgar por todas las versiones, es cierto que Zapatero aceptará lo que Patxi López crea conveniente, beneficie o perjudique a sus intereses. El PSE se prepara, pues, para gobernar en solitario. Hace semanas que López dijo que si los vascos pedían cambio, éste no iba a dejar de producirse por los socialistas vascos, lo que aleja un Gobierno de coalición PNV-PSE desde el minuto, aún en el hipotético caso de que los nacionalistas vascos ofrecieran la cabeza de Ibarretxe y pusieran a un lendakari del agrado del PSE a cambio de obtener su respaldo. El pacto de gobierno con el PP y UPyD tampoco se entendería en Euskadi en este momento y, además, daría un rédito notable a los de Rajoy en el resto de España. Segundo escenario, que se descarta, y no porque ayer desde el PNV se advirtiese a los socialistas de que este hipotético tripartito sería entendido como una «agresión política» y un «pacto antinatura». Se rechaza por convencimiento, no porque lo diga el nacionalismo. Así las cosas, y a estas alturas no puede sorprender a nadie porque López y la dirección federal lo han dicho claro desde hace meses, el PSE trabaja por un Gobierno en minoría. «Un Gobierno que apueste por la superación de frentes y que promueva el cambio», según palabras del vicesecretario general del PSOE, José Blanco. Todo dependerá del diálogo que se establezca con el resto de las fuerzas políticas y las exigencias de cada una. José Blanco es de los convencidos de que López está en condiciones de liderar un gobierno de cambio en solitario. «Los socialistas vascos han resultado los depositarios de una gran confianza popular; por lo tanto, les corresponde a ellos traducir esa confianza en decisiones políticas», aseguran desde la calle Ferraz.