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«Los empresarios no aclaran cuáles son nuestras diferencias insalvables»

La Razón
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Sevilla- Seis meses después de su nombramiento, Jon Ander Sánchez prefiere no recordar la oleada de críticas recibidas por su entrada en el Gobierno local al frente de la refundida Delegación de Economía y Empleo, de la mano de Izquierda Unida, como miembro de pleno derecho gracias a la Ley de Grandes Ciudades. A estas alturas, sigue esquivando los ataques y se muestra más preocupado por redefinir los contenidos y actuaciones de su área, para que la gestión única de la promoción empresarial y el fomento del empleo no quede sólo en el nombre.

–Fue duramente criticado en su nombramiento, ¿se siente ahora algo más cómodo?

–Cómodo me he sentido siempre. Como dije en mi toma de posesión, ante las actitudes frías y tímidas ofrezco mi mano tendida y mi trabajo. La verdad es que mi recibimiento fue algo brusco, ni siquiera se esperó a los cien días de cortesía. Antes incluso de la toma de posesión ya recibía ataques; pero por mi talante y por mi forma de entender la política, no voy a responder a las descalificaciones.

–¿Cómo espera superar entonces las «divergencias absolutas» que detecta la Confederación de Empresarios con respecto a un delegado de Izquierda Unida?

–Quisiera conocer cuáles son esas «divergencias» insalvables, porque los empresarios no han podido concretarlas. Como delegado, he hecho todo lo posible por hacer partícipes de nuestras actuaciones a los colectivos, como en la creación de la Agencia Urbana de Desarrollo Integral mediante la modificación de los estatutos de Sevilla Global, en la discusión de los presupuestos del área económica o en el diseño del Plan Director de Empleo, una hoja de ruta para los próximos cuatro años en la que ha tenido voz y voto incluso el Arzobispado. Nuestras decisiones no son unilaterales, sino abiertas a aquellas instituciones que quieran participar. Habrá ocasiones para establecer diferencias o coincidencias con los empresarios, pero la colaboración está ahí. En cualquier caso, prefiero no dramatizar sobre el tema.

–¿Se advierte en los Presupuestos de 2008 que una federación de izquierdas gestiona la política económica y de empleo?

–Economía y Empleo se ve inmersa en la situación global de los Presupuestos de toda la Corporación, integrada en el área de Socioeconomía. Nosotros hicimos nuestra propuesta, pero por las circunstancias propias de la negociación entre los socios de gobierno y de la distribución de recursos entre delegaciones, hemos visto minoradas las cantidades iniciales. Aún así, creo que contamos con una participación digna en los Presupuestos.

–¿Digna pero insuficiente?

–Nunca es suficiente. En todas las delegaciones siempre queremos disponer de más recursos, pero creo que la inversión en actividades relacionadas con el desarrollo económico y el empleo es muy importante. Si hay un aspecto en el que el recorte se ha notado más es en la revitalización de los polígonos industriales, que estuvieron abandonados durante decenios por los gobiernos municipales y donde el primer Gobierno de PSOE e IU se puso las pilas para ayudar a los empresarios en la rehabilitación de sus recintos. Se invirtieron 13 millones de euros y se hicieron obras de acondicionamiento y mejoras sustanciales en puntos como el Polígono Aeropuerto, pero la verdad es que en estos presupuestos hay menos partidas de las que debería para continuar este trabajo. Nos pondremos el «chip» para buscar financiación: hay otros mecanismos administrativos que nos permitirán incrementar los recursos.

–¿Cómo se reparten los recursos que hay?

–En 2008, el Ayuntamiento gastará más de 24 millones de euros en economía y empleo. Unos 6 millones son para Sevilla Global y otros 8 se dedican a escuelas taller, talleres de empleo y casas de oficio y eso es muy importante porque significa que uno de cada tres euros invertidos en este área son para formación. Después hay un millón de euros para orientación e inserción laboral, más de un millón para talleres prelaborales y la misma cifra para iniciativas de calidad en el empleo. Las cantidades restantes se dedican al funcionamiento interno de los servicios.

–Pero, ¿cómo explica que un «Gobierno de progreso» destine sólo el 3,5% de los Presupuestos locales a desarrollo económico y empleo, una de las principales preocupaciones de los sevillanos?

–Es cierto que el paro es una de las grandes preocupaciones ciudadanas, y también que su gestión supone una de las políticas públicas menos conocidas. Las escuelas taller y los talleres de empleo son las actuaciones con más difusión y más calado presupuestario, pero los servicios de orientación son los que tienen más usuarios. Éste es un ejemplo de una actuación con menos recursos pero que llega a más gente. Es cierto que tienen más peso en los Presupuestos otras políticas, como la aplicación de la Ley de Dependencia o las grandes obras de Urbanismo, pero en base al pacto para la mayoría social firmado por PSOE e IU las cuentas municipales son coherentes. Siempre es mejorable... aunque para el fomento del empleo o de la responsabilidad social de las empresas disponemos de otras fuentes de financiación, de otras administraciones.

–Ya está listo el Plan Director de Empleo para los próximos cuatro años. ¿Cómo ha cambiado respecto al anterior?

–Este plan debía modificarse necesariamente por la unificación de las delegaciones de Economía y Empleo. En esta gestión pública hay dos elementos a resaltar: Sevilla como territorio fértil para las actividades productivas y socialmente responsable para mejorar la calidad en el empleo. El plan director aporta una visión integral de ambas facetas, para dar una respuesta genérica a estos objetivos. Y es que la ciudad ya es un referente en el sur de Europa por su rico patrimonio histórico, cultural y turístico, pero también puede serlo por su capacidad de desarrollo económico. Y no me refiero sólo al crecimiento de la riqueza, sino también a su distribución territorial en la ciudad.

–¿En qué iniciativas concretas se traducirán las nuevas líneas de trabajo?

–En más programas de apoyo y fomento para las nuevas iniciativas empresariales, y abriendo líneas de trabajo importantes con los autónomos, por lo que resulta vital fomentar el asociacionismo entre estos trabajadores. Las iniciativas de economía social, o sea, las cooperativas, y las propuestas de inserción laboral en empresas tendrán también apoyo del Ayuntamiento, que seguirá insistiendo en la orientación, formación y asesoramiento de colectivos con especiales dificultades para acceder a un empleo. El plan director aporta coherencia en la organización de los recursos y desarrolla un plan de actuaciones a caballo entre la economía y el empleo, actuando desde dentro del tejido empresarial y otorgando una especial atención a los sectores de la aeronáutica, el comercio, la hostelería y la artesanía local.

–Entre esos sectores prioritarios no se encuentra el turismo, a pesar de su importancia en Sevilla...

–No renunciamos al turismo, pero tampoco a contar con una industria potente, porque está en el ADN de esta ciudad. Sevilla tiene una tradición histórica en industria aeronáutica y «metalmecánica», y esta ciudad también debe ser conocida en el exterior por su vocación para acoger una industria potente, no sólo para el ocio y el divertimento.

–Para conseguirlo, ¿cree que el municipio cuenta con suficiente apoyo de la Junta de Andalucía y el Gobierno central?

–Hay que mirar al futuro porque ambas administraciones están inmersas en un proceso preelectoral que no acabará hasta marzo. Tendremos que ver cómo se despeja esa cita para saber qué podemos esperar.

–Entonces, ¿no se creería ahora un anuncio de una gran inversión, por ejemplo, para la ampliación de Fibes?

–En este asunto hubo una fase inicial de discrepancias e IU planteó que este proyecto, aún siendo muy importante, no podía poner en peligro la construcción de viviendas y a Emvisesa. Ahora que la empresa municipal no sufre riesgos por la arquitectura financiera diseñada para la ampliación de Fibes, el único fleco pendiente está en manos del Gobierno de la nación. Hay un compromiso financiero del presidente Zapatero, y por escrito entre la Administración estatal y el Ayuntamiento, que se tendrán que cumplir.

–Habla bastante más de responsabilidad social de las empresas que de reducir las cifras de paro. ¿Renuncia al pleno empleo en favor de la mayor calidad del que ya existe?

–No creo que tenga que haber una disyuntiva entre el pleno empleo o un empleo de calidad. Creo que ambos conceptos son compatibles y están absolutamente conectados. De nada sirve recortar las cifras de desempleo si el que se genera no es de calidad. Además, hay una tendencia cada vez más generalizada a fidelizar a los trabajadores apostando por unas mejores condiciones en el trabajo. Lo mismo ocurre con la responsabilidad social, un concepto que parte de que los recursos que cada empresa obtiene de la sociedad debe devolverlos a esa misma sociedad, no sólo en forma de excedentes económicos sino en actuaciones sociales. Además, las empresas también están advirtiendo que la inversión en formación y prevención de riesgos está dando mejores resultados empresariales. La propia Confederación de Empresarios y uno de sus históricos dirigentes, Miguel Ángel Olalla, fueron grandes defensores de estas ideas.