Los farmacéuticos defienden la objeción de conciencia

Las reacciones profesionales ante la decisión del Gobierno no se han hecho esperar. El presidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, Pedro capilla, defendió ayer la objeción de conciencia en la dispensación de la píldora postcoital sin receta, lo que considera un «derecho de cualquier ciudadano ante la ley». Capilla señaló que el Consejo debatirá la conveniencia de vender la píldora sin control médico ni límite de edad desde un punto de vista «sanitario, ni político ni religioso» para «averiguar si farmacológicamente puede haber problemas».

Por su parte, Esther Fonseca, presidenta de la Asociación Española de Farmacéuticos Católicos, aseguró que «habrá que estudiar cómo queda la situación, porque el derecho a la objeción en la farmacia existe y se puede aplicar».

Fonseca subrayó que en la lista de medicamentos que las farmacias deben tener no está recogida la píldora postcoital, por lo que «ni siquiera es necesario ejercer la objeción, con no tenerla basta», concluyó.

Sin embargo, la situación puede cambiar, lo que, a juicio de Fonseca, «es muy grave, no sólo por los problemas morales, sino por problemas de salud: es un fármaco hormonal y ningún otro se dispensa sin receta», señaló.

 El Instituto de Política Familiar tachó de «anticonstitucional» y «proabortista» la venta de las píldoras a menores, ya que infringe la patria potestad de los padres y «aumentará el número de interrupciones de embarazo».

Derecho a Vivir, por su parte, declaró que la medida establecerá «el aborto libre por la vía de los hechos consumados» y que su aprobación expondrá a millones de adolescentes a un «grave riesgo para su salud».

En cambio, la Fundación Española de Contracepción aplaudió esta medida, ya que igualará el tratamiento en todo el Estado, y diversas asociaciones de mujeres recibieron la noticia con agrado, aunque con «contradicciones»: lo consideran positivo pero temen que se convierta en otro anticonceptivo más.