Los vascos nos lo merecemos

Los resultados de las elecciones en el País Vasco han colocado a los socialistas, tanto a los vascos como a los del resto de nuestra Nación, porque forman parte del mismo partido, ante una decisión de la máxima importancia. En su mano está cerrar, por la vía democrática, un período demasiado largo de ejecutivos nacionalistas en aquella entrañable tierra española. Los vascos nos merecemos que partidos políticos no separatistas tomen la batuta y demuestren algo que es de cajón pero que en esa Comunidad Autónoma parecía casi un «sacrilegio» contra la «religión» única, que era la que fundara Sabino Arana. Rodríguez Zapatero y Patxi López tienen en su mano la posibilidad de liderar ese cambio. Lo deben hacer porque es bueno para todos, incluso para los nacionalistas, a los que una travesía por la oposición no les vendría nada mal. Pero aunque sólo fuera por egoísmo, pensando en el futuro, en las elecciones europeas, que están a la vuelta de la esquina, también deberían hacerlo.¿Se imaginan lo que pensarían los votantes de Extremadura, Andalucía, Valencia, Madrid, etcétera, si, ante esta posibilidad de cambio, los socialistas optaran por dejar al PNV otros cuatro años en el poder? ¿Cómo podrían pedir el voto si cuando tienen la capacidad de mandar, de desarrollar sus programas, permiten que otro lo haga?Ni siquiera el argumento de que preferirían dejar el Ejecutivo al partido más votado les valdría. Los socialistas han demostrado ser unos consumados especialistas en gobernar pese a no ser los vencedores de las elecciones. Los argumentos que, por activa y por pasiva, utilizaron en esas ocasiones les valen ahora. Con el apoyo del PP y de UPyD.Ayer se demostró que la decisión de cumplir la ley, ¡qué cosas!, de dejar fuera del Parlamento vasco al brazo político de ETA, fue un gran acierto. Y este logro se lo deben apuntar, a nivel político, el PSOE y el PP al 50 por 100. Los populares atravesaron solos el desierto durante el fallido proceso de negociaciones con los terroristas y tuvieron que aguantar lo suyo. Los socialistas supieron rectificar con valentía, sin complejos. Ahora recogen los resultados y deben gobernar en el País Vasco.