Mal pero no tanto

Pobre Solbes. No sé si la culpa de sus errores está dentro del propio Ministerio de Economía o es que la crisis va mucho más deprisa que los análisis. El caso es que no se libra de las críticas ni cuando se equivoca ni cuando corrige, y nos muestra la cara más dura de la realidad.
Preocupa que el crecimiento, mejor dicho el decrecimiento, sea mayor que el esperado por todos los organismo internacionales, pero no es la primera vez que el PIB de un país –España en 1993– es menor un año que el anterior. Por aquello de insuflar algo de optimismo, nuestro país decrecerá menos que los grandes países de la UE. Igual que cuando crecía.
Preocupa también que las cuentas públicas salgan muy perjudicadas (déficit del 5,8%), pero hay pocas formas de tirar del carro si no es con dinero público. No hay que remontarse a la Dictadura para encontrar déficits del Estado del 6,6% y del 7% (1994 y 1993).
Algo parecido ocurre con el paro, sin duda el peor pronóstico de cuantos ha hecho el Gobierno por el drama social que conlleva. Aquí la memoria es muy frágil. Hasta que el viernes se conozca la EPA del cuarto trimestre, el desempleo afecta hoy al 11,33% de la población, el mismo nivel con el que finalizó el año 2003 (con Aznar en La Moncloa) y por debajo del 11,62% del año anterior. La diferencia entre los dos porcentajes está en el número total de parados (3,1 millones al acabar el año), porque también hay seis millones más de activos y cinco millones más de ocupados.