Francia

Mares polutos por Ramón Tamames

Mares polutos por Ramón Tamames
Mares polutos por Ramón Tamameslarazon

«Como sucede tantas veces, no nos damos cuenta de que vivimos en un hidroplaneta, pues el 71 por 100 de la superficie de la esfera terrestre la ocupan mares y océanos». Así empezaba mi artículo, titulado «Oceanía» en esta misma columna, del 11 de enero de 2009. Y hoy, volvemos a ese escenario, para la trágica referencia a cómo la más depredadora de las especies del planeta, el homo sapiens, deteriora continuamente el estado de Oceanía, con toda clase de vertidos. Es un caso más, de los cuatro o cinco importantes que hay en la biosfera, de «tragedia de los bienes comunes», un tema del que también nos hemos ocupado en esta columna en más de una ocasión, para subrayar que cuando no hay una propiedad definida la tendencia es a superexplotar y destruir: eso es lo que sucede hoy con la Oceanosfera.
El suplemento «A tu salud verde» viene dedicado hoy, en parte, a los vertidos oceánicos de origen petrolero. Pero la relación de otras contaminaciones de Oceanía sería muy amplia. Empezando con la referente a los submarinos nucleares, fundamentalmente de la antigua Unión Soviética, achatarrados en diversidad de escenarios marítimos. Y no es menos preocupante el caso de los plásticos, de los que se dice existe ya una acumulación muy compactada en el Océano Pacífico, en extensión equivalente al tamaño de Francia.
Todos los recursos marinos, y fundamentalmente la pesca, se resienten de las agresiones comentadas, pero tal vez lo peor está por llegar, en algunas, muy pocas, décadas. Se trata de los mares en torno al Polo Norte, que al quedar libre de hielos va a ser objeto de toda clase de codicias en la prospección de petróleo y otros minerales. Por lo cual, ahí va una propuesta: en analogía a la Antártida, el blanco continente, los mares boreales alrededor del Polo, hoy todavía vírgenes, deberían ser declarados Patrimonio de la Humanidad.