Más de 30 obispos acompañan a Reig en su nueva sede de Alcalá

Madrid- Juan Antonio Reig Pla tomó ayer la mitra y el báculo de la diócesis de Alcalá de Henares, acompañado por más de 30 obispos, 200 sacerdotes y el calor de cientos de feligreses murcianos, llegados de su anterior diócesis de Cartagena. El acto fue multitudinario, y contó con diez pantallas de televisión y carpas en la Plaza de los Santos Niños, junto a la catedral complutense, para acomodar a los miles de asistentes que acudieron a recibir a su nuevo obispo. Había un cierto ambiente de desagravio: después de cuatro años de conflicto entre el obispo Reig y el rector de la Universidad Católica de Murcia, José Luis Mendoza, ayer daba la sensación de que los alcalaínos se esforzaban por compensar con cariño a su nuevo pastor. Su primera decisión fue bajar a rezar a la cripta de la catedral, el lugar donde fueron ejecutados en el siglo IV, «bajo el gobierno de Daciano», los niños Justo y Pastor por negarse a renunciar al cristianismo. Sus restos descansan bajo el altar de la catedral. En presencia del cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco, y el cardenal emérito de Valencia, Agustín García-Gasco, Reig lamentó en su homilía el crecimiento del laicismo en España y recordó la cercanía de la Jornada Mundial de la Juventud de 2011 en Madrid, donde las diócesis del centro de España van a tener que aportar mucho. Baile de sedes vacantesReig llega a Alcalá sustituyendo a Jesús Catalá, obispo valenciano que tomó posesión recientemente de la sede de Málaga. Ayer mismo presentaba su renuncia por razones de edad el obispo de Tuy-Vigo, José Diéguez, y antes de acabar el año también lo harán el obispo Jaume Traserra, de Solsona, el cardenal Carlos Amigo, de Sevilla y el obispo José Sánchez, de Sigüenza-Guadalajara. Y aún no se sabe quién será obispo en Murcia ni en Valladolid.