Ciclismo
Más emociones
Es posible que las emociones del Tour, con los triunfos españoles, no favorezcan la función cardíaca, porque cuando uno se une mentalmente a sus esfuerzos aumentan las pulsaciones. Lo seguro es que favorece la fun- ción renal, porque se suda ante el televisor como si uno también persiguiera a los ad- versarios, y esprintara hacia la meta del puerto, y se ve obligado a beber para compensar la sudoración. Ayer hubo casi taquicardia cuando Contador respondió a los ataques de los Schleck y hu- bo que empujar a Astarloza para que llegara primero. Lo malo del Tour está en el hecho de que impide la siesta a quienes están de vacaciones. La ronda tiene la caracte- rística de mantener en tensión a los aficionados cuando ha sido un español el protagonista. En los años en que ni siquiera se aspiraba a ganar el Tour, cada vez que un corredor español ganaba una etapa había poblaciones en las que se disparaban cohetes.No sé si tales costumbres se mantienen, pero lo que sigue siendo tradición es el éxito subiendo Alpes. No hay este año las grandes cimas tipo Galibier y, no obstante, se mantiene la costumbre. Ayer tocó festejar el éxito de Astarloza. Hoy puede ser otro con la Colombiere por medio.Sería injusto pasar por alto la exhibición de Armstrong subiendo el pequeño San Bernardo. Se descolgó y reaccionó. Aún hay enemigo.
✕
Accede a tu cuenta para comentar