Berlín

Más fracasos más cumbres

La Razón
La RazónLa Razón

El tiempo ha demostrado que la cumbre del G-20 celebrada el 15 de noviembre del pasado año, en Washington, sólo sirvió para despedir a Bush, a quien las armas siempre han preocupado más que la economía. Tampoco se podía esperar más de una reunión cuyo documento final está tan vacío de compromisos como inundado de «deben» y «deberían».La próxima semana, Londres alberga una nueva cumbre con la constatación de que la economía mundial está mucho peor que hace cinco meses, el sistema financiero no levanta cabeza y la confianza de los ciudadanos se arrastra. Puede que esta vez haya fallado una de las máximas que han presidido el funcionamiento de la economía en las últimas décadas: lo que no puede arreglar el dinero, se arregla con más dinero. Y a eso se han limitado los mandatarios de los países desarrollados. A día de hoy, es imposible conocer cuántos billones (con «b») de euros se ha llevado consigo la crisis. ¿Cinco, seis, diez? Sean los que sean, lo que es indudable es que no se ha visto un solo resultado en ninguna economía o sector. Habrá que esperar a París o Berlín. Y si la cosa sigue igual, a Madrid, con la presidencia española de la UE.