Más inversión para más empleo verde en áreas protegidas

El urbanismo salvaje ha estado a punto de acabar con uno de los mayores atractivos del país, la naturaleza, su diversidad y la biodiversidad que alberga, y, tras ella, el turismo rural. En España, 6,3 millones de hectáreas (el 12,6 por ciento del territorio) están protegidas. Eso hoy. Mañana, cuando la Red Natura 2000 se materialice por fin, serán 14 millones de héctareas (el 28 por ciento del país). Y a mayor superficie protegida, mayor inversión. De hecho, más del doble. La Sección española de la Federación de Parques Naturales y Nacionales de Europa (Europarc) acaba de presentar el programa de actuación 2009-2013 sobre las áreas protegidas, que contará, de aprobarse, con entre seis o siete millones de euros. «El precedente Plan de Actuacion entre 2002 y 2006 tuvo una inversión total de unos 2,5 millones de euros (500.000 euros al año) por lo que actualmente se pretende más que duplicar la cifra anterior y llegar a los seis o siete millones, aunque el presupuesto se determinará año tras año», explica el profesor de Ecología de la Universidad de Alcalá José Vicente de Lucio Fernández, director general de Europarc-España y de Fungobe. Muchos dirán que con los tiempos que corren no es precisamente el mejor momento para aumentar los presupuestos destinados a estas áreas protegidas, y que lo verde es algo pasajero, una moda o simple márketing que «chupa» más recursos de los que debiera. De hecho, España no es precisamente hoy el país más rácano a la hora de invertir en los enclaves protegidos. «En la actualidad, Inglaterra destina 84 euros por hectárea de Parque Nacional; España, 73; Italia, 38 y Alemania, 16 euros», detalla De Lucio. Se trata de inversión directa, es decir, destinada por las administraciones públicas competentes. De Lucio, tras recordar que la naturaleza da mucho más de lo que recibe y que hay que dotarla con mayor inversión, estima que en los próximos años, la inversión directa en la gestión de los espacios naturales protegidos alcance los 300 millones de euros. En ese sentido, desde Europarc buscan fórmulas distintas para financiar estos enclaves, y concienciar tanto a las entidades públicas como privadas (la Fundación Biodiversidad o la Fundación BBVA, por ejemplo) la importancia de invertir en el legado que dejaremos a nuestros nietos. Pero no hace falta irse tan lejos en el tiempo, hoy también dan y mucho. De hecho, en la vuelta a los orígenes –el respeto hacia el entorno– está la respuesta a muchos de nuestros males. Hay que recordar cómo era eso de disfrutar y vivir gracias a la naturaleza. En este sentido, los espacios protegidos suponen hoy una oportunidad para garantizar la conservación del medio, conservar las actividades tradicionales, así como desarrollar nuevas fórmulas respetuosas con el entorno. De hecho, «en los momentos de crisis en los que estamos mantener el empleo rural debe ser una prioridad», destaca Hermelindo Castro Nogueira, presidente de Europarc España, doctor en Ciencias Biológicas y profesor de Ecología de la Universidad de Almería.

POR ENCIMA DE LA MEDIAAdemás, el incremento de los enclaves protegidos conllevará previsiblemente la creación de un mayor número de puestos de trabajo directos. «En la actualidad, trabajan al menos 4.000 personas en las áreas protegidas del territorio. Una cifra muy superior a la media internacional», añade Castro. Y cuando «los Lugares de Interés Comunitarios (LICs) se sumen, podemos prever que será necesario disponer de unos 10.000 empleos directos públicos y privados para 2013, aunque en esto pueden influir muy diversas variables», explica De Lucio. De ser así, dentro de cinco años habría una persona contratada de forma directa por cada 1.400 hectáreas de área protegida, frente a la que hay hoy por cada 1.575 hectáreas (de media, pues hay un trabajador por cada 250 hectáreas de Parque Nacional, uno por cada 1.200 ha de Parque Natural, y la cifra de hectáreas va aumentando a medida que disminuye el grado de protección). Una cifra muy positiva en comparación con lo que sucede en otros lares. Así, a nivel internacional, tal y como hace referencia el estudio del World Conservation Monitoring Center, en estos momentos se dispone de un trabajador de media por cada 3.700 hectáreas de espacio protegido en países desarrollados.Ahora bien, en España aún queda mucho por hacer, ya que sólo el 51 por ciento de las áreas protegidas tiene un plan de gestión, presupuesto y personal suficientes, según Europarc-España. Si tenemos en cuenta que hemos pasado de tener 49 espacios naturales protegidos en 1986 a tener más de 1.600 en 2008 queda patente que se ha llevado a cabo un fuerte desarrollo, aunque somos conscientes de que todavía nos queda mucho camino por recorrer en el cual todas las Comunidades Autónomas tienen un papel fundamental», reconoce De Lucio. De ahí, el Programa de Trabajo presentado esta semana, cuyo «presupuesto se destinará en un 20 por ciento a cursos presenciales y «on-line», un 60 por ciento a mejorar la gestión y el 20 por ciento restante a la cooperación internacional (acuerdos y seminarios)», precisa De Lucio. En cuanto a la gestión, «la restauración sobre el medio natural es una de las actuaciones que más recursos económicos necesita, como por ejemplo los humedales o lagunas. También hay que destacar que aquellos enclaves que están más expuestos a los efectos del cambio climático –orilla del mar cumbres y cabeceras de cuencias– requieren una mayor inversión. Es importante prevenir y conservar los espacios naturales protegidos para poder evitar así costes innecesarios». Una buena idea sería empezar por cerrar por fin los mil pozos ilegales (en total entre ilegales y legales hay 1.400) que hay en Doñana, tal y como viene denunciando desde hace años WWF. Y éste es sólo un ejemplo. Por cierto, que en poco tiempo se hará pública la inversión de lás áreas de la Red Natura 2000. «La inversión por hectárea de Red Natrua 200 saldrá muy baja en comparación con España», avanza Cristina Rabadán, técnico de Red Natura 2000 de WWF; que recuerda que el primer hábitat que se aprobó para que estuviera dentro de Red Natura fue la Macaronesia y a día de hoy, es decir, un año y medio después, Canarias aún no tiene un plan de gestion.