Literatura

España

Molina el ministro de las «Buenas Prácticas» que nunca dejó de ser escritor

Esayista, poeta, periodista y crítico literario, ex director del Circulo de Bellas Artes y del Instituto Cervantes, César Antonio Molina dejará el Ministerio de Cultura después de casi dos años, en los que impulsó la aplicación del Código de Buenas Prácticas y mantuvo su actividad literaria. Molina, que será relevado por Ángeles González-Sinde, entró en el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero el 6 de julio de 2007 en sustitución de Carmen Calvo y en marzo de 2008, tras las elecciones generales, fue confirmado en su puesto. Durante estos casi dos años, Molina, sin abandonar su faceta de hombre de cultura, se ha mostrado como un ministro gestor; ha sacado adelante la Ley de Cine, que dejó casi lista su predecesora en el cargo, y ha puesto en marcha el Código de Buenas Prácticas, que regula, entre otras cosas, los nombramientos de los directores de los centros artísticos dependientes de Cultura, con casos polémicos como el de Nacho Duato y la Compañía Nacional de Danza. También cambió las normas para la designación de los Premios Nacionales de Literatura, que se fallan cada año en diferentes modalidades, y aumentó su dotación económica. Nacido en La Coruña en 1952, Molina, que se siente por encima de todo poeta porque "ser poeta es una manera de estar en el mundo", se define como "un escritor furtivo", que compatibiliza la creación, "quitando horas al sueño", con la gestión cultural. Licenciado en Derecho y en Periodismo, también es diplomado en Lengua y Literatura italiana, y pertenece a la Associatión Internacionale des Critiques Littéraires francesa y española. Periodista desde muy joven, a los 13 años comenzó a escribir en "La Voz de Galicia"y no ha parado de ejercer esta faceta colaborando en diversos diarios y revistas especializadas. Durante los tres años que estuvo al frente del Instituto Cervantes reforzó la expansión mundial de la institución, que abrió en esa etapa 24 nuevos centros en todo el mundo, e impulsó la enseñanza del catalán, el gallego y el euskera en la red del instituto, con el objetivo de hacer visible la riqueza lingüística y cultural de España. Como ministro también se ha manifestado a favor de unificar la acción cultural en el exterior y ha calificado de "absurdo"que no exista una coordinación "única"liderada por Cultura, en este sentido. La Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales (SECC) y el Instituto Cervantes dependen del Ministerio de Exteriores. Con medio centenar de libros publicados, en 2008 presentó la edición bilingüe en gallego y castellano de su poemario "Eume". Y en los próximos días se publicará en Galaxia Gutenberg-Círculo de lectores la reedición la tercera entrega de sus memorias de ficción "Esperando a los años que no vuelven"y su primera novela, "Fuga de amor". Está también previsto que este año se publique el cuarto volumen de sus memorias bajo el título "Lugares donde se calma el dolor". Caballero de la Orden de las Artes y las Letras de Francia (2005), en sus primeros meses como ministro Molina tuvo que afrontar problemas como la dimisión de Rosa Regás como directora de la Biblioteca Nacional -con quien mantuvo una dura polémica, y el robo de documentos en esa institución, finalmente recuperados. Molina ha anunciado en este último periodo nuevas leyes de la Música, el Teatro y la Danza, de Archivos y del Patrimonio Histórico Español. En este último caso para proteger los bienes arqueológicos subacuáticos e "impedir la impunidad"de quienes atentan contra él como en el caso del Odissey. Casado con la escritora Mercedes Monmany y padre de una hija, Molina, que se ha encontrado también con la aprobación del controvertido canon digital en sede parlamentaria, se ha reunido recientemente con un nutrido grupo de cineastas y ha presentado un informe al Consejo de Ministros sobre la cinematografía española, ante el descenso de espectadores, y se ha mostrado esperanzado por el año que acaba de comenzar y que augura mejores cifras. Durante esta última etapa al frente de Cultura, Molina se comprometió a que el Centro Nacional de Artes Visuales, que se ubicará en la antigua Fábrica de Tabacos de Madrid, esté listo en 2012. El anuncio se vio enturbiado porque el Consejo Superior de Arquitectos se mostró en contra del sistema de adjudicación del proyecto