Granada
Morante de la Puebla Perera y Talavante salen a hombros en Granada
GranadaToros de Gavira, buenos en conjunto, destacó el 4º. Morante, saludos tras aviso y dos orejas; Perera, oreja en ambos;Talavante, dos orejas tras aviso y oreja.
Morante toreó a la verónica con exquisito temple y gusto al primero. La faena resultó irregular, pues junto a una gran tanda de naturales y otra sobre la mano derecha se sucedieron los enganchones, que deslucieron el conjunto de la labor. Además, falló con la espada.
En el cuarto, el de la Puebla bordó las verónica y paró el tiempo en el albero granadino. Además, banderilleó con éxito. Con las telas, surgieron el toreo de la verdad y la verdad del toreo; en suma, el arte de torear como si fuera literatura en la última luz del atardecer.
Perera hilvanó una faena al segundo que tuvo buena arquitectura, temple y limpieza, aunque no llegó a calar lo suficiente por la falta de raza del astado.
En el quinto compuso un trasteo que fue creciendo en intensidad y calidad y que concluyó con tres soberbios circulares de espaldas. Cortó una merecida oreja.
Talavante entendió y exprimió la embestida del tercero; faena variada en la que las tandas sobre ambas manos y los adornos formaron un todo unitario. Las dos orejas son indicio de que el extremeño se reencontró a sí mismo.
En el que cerró plaza dibujó naturales de ensueño, que tuvieron continuidad en dos sublimes tandas con la derecha.
✕
Accede a tu cuenta para comentar