«No podemos tolerar un examen sólo en catalán»

Cerca de un centenar de aspirantes a profesores de autoescuela se manifestaron ayer por la mañana ante la sede de la Consejería de Interior de la Generalitat de Cataluña, dirigida por Joan Saura (ICV). El motivo de la protesta fue la obligación a evaluarse exclusivamente en catalán. Los manifestantes se quejaron de que, a su juicio, la citada prueba se basa «en la eliminación, no se prima la calidad». Además, denunciaron que «algunos compañeros pidieron una copia del examen en castellano, y se les denegó la posibilidad de realizar el control en este idioma».

Este examen se realizó el pasado 25 de abril, bajo la supervisión del Servicio Catalán de Tráfico (SCT), dependiente del departamento de Interior. La prueba, que constaba de ochocientas preguntas, sólo fue superada por cuarenta personas.

Este 5 por ciento de aprobados es un bagaje muy escaso que provocó más quejas, aparte del asunto del idioma. Desde el Servicio Catalán de Tráfico se recordó que «habrá una repesca para aquellos que quieran volver a intentarlo». El SCT no hizo declaraciones sobre la imposibilidad de realizar el examen en castellano.

Según los manifestantes, el examen «es ilegal porque incumple un artículo del Estatut de Cataluña que reza que el castellano es lengua oficial en todo el Estado español». Para más inri, denunciaron que la prueba «estaba mal redactada» e incluso, recalcaron, «alguna de las preguntas contenía palabras que no existen ni en catalán». Por si fuera poco, se quejaron de que casi no tuvieron tiempo para preparar el examen, y el balance de aprobados les da la razón.