Estados Unidos
Obama critica la persecución de la Policía a negros e hispanos
El presidente había evitado hasta ahora la cuestión racial. La detención de un amigo suyo cambia las cosas.
Nueva York- Uno de los rasgos distintivos de la campaña presidencial de Barack Obama, como nos reconocían muchos norteamericanos, era que se trataba de un negro que hablaba como un blanco. Y, en efecto, al contrario de otros políticos negros con aspiraciones presidenciales, como Jesse Jackson o Al Sharpton, cuyas prioridades de campaña eran los derechos civiles y las minorías, el actual presidente se mantuvo en un plano transversal con asuntos «generales» como la reforma sanitaria, la economía, la educación o la guerra de Irak. El pasado miércoles, Obama había convocado una rueda de prensa en horario de máxima audiencia para defender su propuesta sanitaria. Es su apuesta central y se está empleando a fondo. Y sin embargo, puede que esa intervención pase a la historia por un motivo muy diferente: su «embarque» en el debate racial.Todo comenzó con la pregunta de una periodista del «Chicago Sun-Times» sobre la detención en su propia casa del profesor negro de la universidad de Harvard Henry Louis Gates, en lo que parecía un caso de intento de robo.Obama advirtió que «Skip», como le llaman sus conocidos, era amigo suyo y que, por lo tanto, podía ser un poco subjetivo en ese asunto del que, además, no tenía todos los datos. Pero, a partir de ahí, fue muy claro. «Creo que es justo decir que, primero, cualquiera de nosotros debería estar enfadado; segundo, la Policía de Cambridge actuó de forma estúpida al detener a alguien que ha probado que está en su propia casa; y, tercero, además de este incidente, hay que recordar que hay un largo historial de afroamericanos y latinos a los que paran las fuerzas de la ley de forma indiscriminada. Simplemente, es un hecho».Para añadir que «la raza es un factor en esta sociedad. Esto no rebaja el progreso que hemos hecho. Yo soy el testimonio de lo que hemos avanzado». El incidente al que se refería Obama se produjo cuando el profesor de Harvard, que se había olvidado las llaves de casa, intentó entrar por la puerta de atrás con ayuda de su chófer. Un vecino, que sospechó de ellos, llamó a la Policía. Pero, era Gates, nombrado en 1997 por la revista «Time» uno de los hombres más influyentes de Estados Unidos, el que intentaba entrar en su propio hogar. No importó: el sargento Crowley, que iba vestido de paisano, se presentó en la vivienda. El profesor le explicó que era su casa, le enseñó sus documentos y, a continuación, le pidió al policía su placa. Hubo un intercambio de palabras y Gates acabó esposado y en el calabozo. La acusación: desafío a la autoridad. Obama no quiso terminar la rueda de prensa sin recordar que «incluso cuando hay equivocaciones, siempre tienen lugar con los afroamericanos y los latinos aunque no haya ninguna causa para detenerlos».Respecto al profesor, piensa lo mismo: «Me he dado cuenta de que los afroamericanos y los pobres somos muy vulnerables a las caprichosas fuerzas de la ley».
«Le hice el boca a boca a un negro»El profesor Gates ha recibido disculpas de la alcaldesa de Cambridge y del gobernador, que son también negros, pero no del sargento James Crowley, que no quiere pedirle perdón. Es más, a su juicio, «hizo lo correcto». Crowley afirma que no es racista. Y lo explica: «Recuerdo que hace 16 años le hice la respiración boca a boca a un jugador de baloncesto negro. No pensé que era la estrella Reggie Lewis. Tampoco que era un negro. Simplemente, era un ser humano para mí». Sin embargo, sí ha retirado los cargos por «desafío a la autoridad».
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