Teherán

Obama: «Sería un error por mi parte permanecer callado con lo que estamos viendo»

El presidente de EEUU, Barack Obama, dijo hoy que deben ser los iraníes los que decidan quiénes serán sus líderes y se mostró preocupado por las revueltas que se han sucedido tras la victoria electoral del mandatario, Mahmud Ahmadineyad.
En unas declaraciones a la prensa tras reunirse en la Casa Blanca con el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, Obama señaló que está preocupado por la situación en Irán y dijo que ninguna investigación sobre los resultados debería acabar en un baño de sangre.
Éstos eran los primeros comentarios de Obama después de que Ahmadineyad haya declarado haber ganado en los comicios celebrados en Irán el pasado viernes.
Según los datos oficiales, el líder conservador se impuso con el 62,6 por ciento de los votos al candidato moderado, Mir Husein Musaví, algo que no ha convencido a la oposición, que ha denunciado fraude y se ha lanzado a la calle para protestar.
"Sería un error por mi parte permanecer callado con lo que estamos viendo en televisión los últimos días", dijo Obama, sobre las manifestaciones, en las que hoy murió un opositor.
El presidente dijo que no hay forma de saber si los resultados fueron válidos, puesto que no hubo observadores internacionales, "pero es importante que la elección de los votantes sean respetadas", dijo.
El gobernante estadounidense dijo que lo que vio fueron "personas muy esperanzadas y comprometidas con la democracia que ahora se sientes traicionadas", por lo que consideró necesario que se lleve a cabo una investigación y cuyo resultado "no acabe en un baño de sangre".
Obama defendió que se mantenga el derecho a la libertad de expresión y "la defensa pacífica de los valores universales".
Éste es un momento delicado para ambos países ya que Estados Unidos, que no tiene relaciones diplomáticas con Irán desde 1980, ha tendido la mano a Teherán para reanudar el diálogo y reconducir las relaciones bilaterales.
En este sentido, Obama señaló que pese a las diferencias, el gobierno estadounidense continuará "persiguiendo un diálogo directo entre ambos países", por considerar que se trata de un asunto de "seguridad nacional".
Subrayó que Estados Unidos quiere llevar a cabo una "severa diplomacia"para evitar una escalada nuclear en Oriente Medio y asegurarse de que Irán "no exporta actividades terroristas".
El presidente apoyó "a las personas que han puesto tanta esperanza y energía en este proceso político", en particular a los jóvenes.
"Que sepan que el mundo esta pendiente"de lo que está sucediendo en Irán, señaló.
El pasado fin de semana, el vicepresidente de EEUU, Joe Biden, dijo tener "dudas"sobre la legitimidad de los datos oficiales de las elecciones presidenciales.
Biden dijo que "habrá que ver cuáles fueron los resultados y proceder a analizarlos".