Ocho detenidos tras el asesinato de 44 personas en una boda en Turquía

En el sureste de Turquía tienen la costumbre de solucionar los problemas con el lenguaje de las armas. Así, en un acto barbárico, un grupo de hombres armados asesinó ayer a 44 personas –la mitad de ellas mujeres y niños– durante una fiesta de compromiso en un pueblo kurdo del sur del país.El ataque, en el que murieron también los novios, se produjo en una localidad de unos 300 habitantes, cerca de la ciudad kurda de Mardin. El tiroteo en Bilge fue provocado por una rivalidad entre familias, relacionado con una venganza, por lo que el Gobierno de Ankara descartó la hipótesis de un atentado terrorista del Partido de los Trabajadores del Kurdistán. Según relataron los vecinos, hombres enmascarados, que venían de distintas direcciones, lanzaron granadas y dispararon contra los invitados poco después de la ceremonia religiosa islámica. Los asaltantes atacaron después varias viviendas y continuaron disparando contra las personas que asistían al compromiso de la hija de un ex muhtar, el jefe del pueblo. Una joven de 19 años, que logró sobrevivir, explicó que los asaltantes obligaron a mujeres y niños a entrar en una habitación y los acribillaron a balazos. La policía detuvo a ocho sospechosos armados procedentes del mismo pueblo donde se produjo el drama. En esta región del sureste de Turquía, donde persisten las tradiciones feudales y el nivel de analfabetismo sigue siendo alto, es frecuente este tipo de sucesos. Las armas muchas veces son consideradas un medio legítimo de resolver las diferencias y defender el honor.