Premio de honor

Una de las efemerides del mundillo cultural catalán, en clave nacionalista, es el Premi d'Honor de les Lletres Catalanes otorgado por Omnium Cultural con los dineros del legado Carulla Canals. No voy a entrar en la justicia o injusticia de este premio, uno de cuyos jurados trendrá siempre la deshonra de haber negado el premio a José Pla.

Voy a referirme al Premio Miguel de Cervantes, verdadero Premio de Honor de las Letras Españolas. El premio Cervantes abarca a todos los escritores de esta lengua universal que comprende infinidad de territorios. Incluida Cataluña, donde la lengua común española ha tenido desde el siglo XVI, con Boscán, excelentes cultivadores en todas las modalidades literarias.

En realidad, prácticamente no existe ningún escritor catalán que sea monolingüe, sólo en la lengua de Verdaguer. Todo esto viene a cuento por la concesión del Premio Cervantes al escritor catalán Juan Marsé, que es nacido en Cataluña pero escribe en castellano, y que es un gran cronista de la posguerra en Cataluña, lo que demuestra que hay una literatura catalana en dos lenguas, independientemente de que exista una literatura en catalán.

 Como esto no entra en los dictados culturales de los doctores de la ley nacionalista, se le ignora al máximo. ¿Por qué no fue el conseller de Cultura y Medios de Comunicación Joan Manuel Tresserras a la concesión del premio en Alcalá de Henares, pues por la inquisición mencionada.

Hay catalanes de primera y de segunda, según la lengua, hay premios de honor endogámicos y otros como el de mIguel de Cervantes abiertos al mundo.