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«Si no logro la foto que quiero me pongo insoportable»

«Si no logro la foto que quiero me pongo insoportable»
«Si no logro la foto que quiero me pongo insoportable»larazon

Llego a Las Rozas Village para buscar zapatos, pero las fotos de Recuenco miran mis pies desviándome de la ruta marcada.-¿Qué es lo que ve?-Todo lo que falta. Nunca terminaría de hacer fotos en busca de la perfección, pero ésta no existe y sólo puede llevarte a la locura. -Menuda lucha la suya.-Siempre peleo por ser más rebelde y romper, pero no acabo de conseguirlo, porque no puedo evitar ser un enamorado de la armonía y la belleza. ¿Que le parece? -Que una cosa no quita la otra. -Eso es verdad. Pero me mueve la belleza y me enamora un gesto, tal vez por eso me gustan las modelos más mayores. La foto nace en la mirada y ésta de la vida, de la experiencia, te cuenta mil historias que son las que quiero retratar.-¿No estará buscando un cuadro? -Fotografiar es pintar. Vengo de las Bellas Artes y, cuando creo una foto armo los decorados, descubro luces y colores como si diera pinceladas en un boceto hasta que nace el cuadro. Por eso, le confieso que ser fotógrafo de moda no es más que un pretexto...-¿Para dar rienda suelta a la creatividad?-No debería decirlo, pero así es. No es más que una excusa o un maquillaje para contar otras cosas. Trabajo para la moda y publicidad y, ¿sabe?, no soy consumista (risas), pero todo tiene su cáscara y me gusta desnudarlo.-¿El cliente le deja libertad? -Me gusta trabajar con libertad, aunque podría contar con los dedos de la mano la gente que te deja hacerlo. Que tengan en consideración mi opinión lo he conseguido. Que me hagan caso, todavía no. De ahí el título de la exposición… «Matarme es matarte, pero estoy tan harto de nosotros dos...».-Ni contigo ni sin ti...-La moda necesita al fotógrafo y éste, a ella. Nos retroalimentamos y, aunque a veces acabamos hasta el gorro el uno del otro, no podemos vivir separados.-Debe ser frustrante...-¡No! No me importa, porque sigo volcando mi ilusión, mis ojos y mi cabeza en cada disparo. A menudo me dicen que no me complique tanto, pero para mí ese tanto significa un todo.-¿A pesar de la imposición?-Yo no podría trabajar sin presión. Necesito la vorágine de la ciudad, los límites de tiempo, las imposiciones para poder romperlas, que todo se mueva y fluya.-¿Y si no?-Si no consigo la foto que quiero me pongo insoportable. Los bloqueos son terroríficos y, aunque hay que pasar por ellos, son días de no pegar ojo. Sólo descanso cuando encaja la foto que tengo en la cabeza. -¿Qué le queda por fotografiar?Todo aquello que induzca al sueño y tenga una historia que retratar pero, sobre todo, lo que que me mueva, que me haga sentir ganas por mi trabajoDejo que Eugenio siga pensando y, mientras recorro las imágenes, me percato de que más que fotos parecen auténticas biografías pintadas que regalan cuentos.