Eurocopa

Estados Unidos

Sin marcha atrás

La Razón
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La derrota sufrida por España ante Estados Unidos no debe interpretarse como el final de los años de gracia. La historia del fútbol está escrita entre frustraciones y alegrías. El ejemplo de lo que significa dedicar la derrota a beneficio de inventario lo protagonizó Alemania en dos ocasiones.En la primera, cayó frente a la Hungría de Grosics, Lantos, Zacarias, Boszic, el hombre que estableció el récord de mayor número de minutos en posesión del balón, Puskas, Kocszis y Czibor, entre otras figuras, por 8-3. Fue en el Mundial del 54, en Suiza. La Alemania, entonces Federal, llegó a la final con Morlock, Ranh y los hermanos Fritz y Ottmar Walter y se alzó con el título ante la misma Hungría. En 1974 perdió en Hamburgo con la Alemania Democrática por el gol de Sparwasser. También se levantó y en Múnich derrotó a la gran favorita, la Holanda de Cruyff.España no tiene por qué creer que ha llegado al final de su periplo romántico. Faltó el Senna que equilibrara el centro del campo y cubriera la espalda a Ramos en sus aventuras. Se notó la ausencia de Iniesta para que Xavi tuviera compañero para idear ataques con ventaja. Lo sucedido no fue fracaso sino frustración. Había crecido la idea de que el equipo nacional era invencible. Pero no hay vuelta atrás.