Belleza
Sonrisas estéticas
La ortodoncia ha estado siempre ligada a las bocas infantiles y adolescentes, pero no hay límite de edad que impida disfrutar de una boca sana y una dentadura alineada. Los especialistas están de acuerdo en que es más adecuada y se obtienen mejores resultados cuanto más joven es el paciente, pero nunca es tarde. Son muchos los motivos que a un adulto le llevan a someterse a este tratamiento. La imagen personal en una sociedad obsesionada por recuperar la juventud, una boca sana y una dentadura alineada tienen un efecto rejuvenecedor. Y, también, como no, el aumento de autoestima y una mejor disposición para las relaciones sociales. El primer paso que tiene que dar el paciente al comenzar su etapa con la ortodoncia es la mentalización. Poco a poco se irá dando cuenta de que podrá tener una vida completamente normal, aunque, eso sí, aumentando la higiene bucal y suprimiendo ciertos alimentos. Existen técnicas y materiales que permiten al adulto llevar una ortodoncia lo menos traumáticamente posible. Hoy en día hay aparatos casi invisibles a ojos de los demás, como la «ortodoncia lingual», formada por unos brackets o grapas metálicas pegados a la superficie interior de los dientes. También existen los brackets «estéticos» de cerámica blanca, con lo que se confunde con el esmalte dental y las fundas invisibles, que funcionan bien aunque de manera más lenta. Así, estamos ante una disciplina que navega entre la odontoestomatología clásica y la aplicación de técnicas de materiales vanguardistas. Todo ello porque en la sonrisa podemos ganar o perder toda la estética de nuestra puesta en escena más cotidiana.
✕
Accede a tu cuenta para comentar