Tony Manero ha vuelto

Los hombres quieren ser como él, las mujeres le desean… es el rey de la pista. Tony Manero vuelve y junto a este ídolo, las camisas de cuello en V, las plataformas y los pantalones de campana. Esta noche, el Teatro Coliseum de Madrid se transformará en la mítica discoteca Odisea 2001 con una gran bola de espejos, estrober multicolor y una pista llena de humo y de las canciones de los Bee Gees. El musical «Fiebre del sábado noche», dirigido por Karen Bruce y bajo la supervisión musical de Phil Edwards, traerá a la ciudad madrileña una explosión llena de acción trepidante, danza y purpurina… ¿Preparados para mover el esqueleto?
Aumenta la temperatura
Llevar a la gran pantalla esta obra fue toda una aventura en los 70 y ahora transformarla en un musical se ha convertido en un reto para la compañía Stage Entertainment, que ha reunido a los mejores del gremio para conseguirlo. «La gente no recuerda apenas la película, así que queremos hacer algo nuevo», aclara Bruce, que también ha dirigido importantes musicales como «Fama». Según la directora, la estética del musical consistirá en una mezcla de estilos de los años 70 basada principalmente en Brookling y sus puentes. «El montaje español alcanza el mismo nivel de los espectáculos de Broadway y de Londres. Sin embargo, en España hay que recalcar el nivel de las coreografías que es mayor que en otros países», explica Karen Bruce. Phil Edwards aprovecha para hacer hincapié en las diferencias entre el musical que ha triunfado en Broadway y la película, y apunta que en el filme los personajes no cantan las canciones de los Bee Gees, mientras que en la función los artistas cantan, bailan y actúan a la vez. El supervisor musical también se muestra encantado con la continuidad de la historia y los textos de las canciones: «Lo más interesante de la adaptación musical fue poner la letra, sobre todo en español… También resultó difícil mantener los sonidos de los Bee Gees, pero lo conseguimos con mucho tiempo e investigación… hay momentos en los que la obra puede llegar a transportarte a aquella época».
Aunque los 70 se quedaron muy atrás, las noches siguen estando llenas de «guaperas» de discotecas como Tony. El Travolta con pantalón ajustado y andares chulescos es sustituido por Juan Pablo di Pace, el italoamericano perfecto que aparte de haber sido seleccionado en el programa «Operación Tony Manero», también interpretó el papel de Petros en la película «Mamma Mia!» junto a Meryl Streep. «No quise encontrar a Tony en Travolta, sino en el guión, en la historia... aunque el trabajo que he hecho ha sido principalmente físico. Forzar el personaje, la chulería… la postura», comenta Di Pace, que, junto a sus compañeras de reparto Beatriz Ros e Isabel Malavia (Stephanie y Anette en la obra), tuvo que documentarse para conseguir un buen resultado en la manera de caminar, vestir, bailar… «Debe haber una preparación previa, física y mental, para aguantar el ritmo de los ensayos… descansar y seguir una dieta equilibrada», añade Malavia. Para los actores, «Fiebre del sábado noche» es una historia transportada a la actualidad en la que la noche es la excusa perfecta para salir y relacionarse y donde el sexo está presente en todo momento de forma discreta e insinuante: «En aquella época era la mejor manera de expresar la libertad que en esos años escaseaba… La gente iba a la discoteca a exhibirse y a conseguir sexo rápido. En la actualidad se sige exactamente el mismo rito», afirma Ros.
Sorpresas
La intención del equipo es atraer a los jóvenes y que se sientan identificados con este espectáculo lleno de energía donde las coreografías encierran un argumento y muchas sorpresas: «La gente vivirá la historia… Porque, aunque los pantalones que llevo son distintos, el rollo es el mismo», vacila Di Pace. «El vestuario puede provocar en alguna escena una gran carcajada... Pero si miramos bien la moda de hoy, tampoco notamos ninguna diferencia», añade Ros al comentario de su compañero. «Fiebre del sábado noche» ofrecerá a partir de hoy al público del Coliseum entretenimiento, acción, lujuria, ritmo... Y, después de todo eso, una discoteca donde todo el mundo, con una copa en la mano, volverá a bailar muchos de los clásicos de los Bee Gees como «Stayin' alive», «Night fever» o «How deep is your love».