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Polonia

Trenes que pasan

Trenes que pasan
Trenes que pasanlarazon

Dirección y guión: Andrezj Jakimowski. Intérpretes: Damian Ui, Ewelina Walendziak, Rafal Guzniczak, Tomasz Sapryk. Polonia, 2007. Duración: 92 minutos. Comedia.Todo parece evocar el cine de Jiri Menzel. No estamos en la República Checa sino en Polonia, pero la atmósfera mundana y apacible del cine de los países del Este, facción «Mi dulce pueblecito», es patente en las imágenes de los trenes que pasan, de la verbena del pueblo, del pegajoso discurrir del verano que impregna la piel de Stefek (excelente Damien Ui), niño que prefiere la compañía de su hermana y del novio de ésta a la de sus amigos, niño con padre ausente que quiere reconocerle en un hombre que ve a diario en la estación y para quién organiza una serie de eventos que le conducirán a comprobar si es o no es la persona que le abandonó de pequeño. Es entonces cuando «Un cuento de verano» se transforma en una versión amable –y, por qué no decirlo, un tanto insustancial– del cine de Kieslowski. La primera parte de la película de Andrezj Jakimowski es una colección de viñetas que desean establecer un punto de vista, infantil y curioso, a medio camino entre el impresionismo y el costumbrismo. Es el segmento más afortunado de «Un cuento de verano» en lo que tiene de «filme sin historia» que construye una mirada, una perspectiva desde la que ver el mundo. Es la gestación del relato de iniciación que, más tarde, fructifica en el momento en que Stefek controla su pequeño universo para reencontrarse con la figura paterna. Parece como si Jakimowski nos quisiera decir que ser adulto implica no sólo tomar las riendas de tu propio destino sino también modificar el de la gente que te importa. Una pena, eso sí, que la ligereza del tono en que cuenta su fábula impida que cale más hondo en el espectador.