Barcelona
Dolor e indignación en el funeral de los 4 niños muertos en Sant Boi
Unas 2.500 personas asistieron esta mañana al funeral en recuerdo de los cuatro niños fallecidos el pasado sábado en el estadio municipal de béisbol de Sant Boi de Llobregat a causa del temporal. El acto, oficiado por el obispo de la diócesis de Sant Feliu, Agustí Cortés, estuvo marcado por la emotividad y por las palabras de apoyo
a las familias de los cuatro niños, de 9 y 10 años de edad.
El funeral --que se celebró sin la presencia de las cámaras ni micrófonos por deseo de las familias y recomendación de los equipos de psicólogos-- contó con la asistencia de familiares y amigos de las víctimas, profesores de las escuelas de los fallecidos, miembros del Club de Béisbol Sant Boi, representantes de la sociedad civil del municipio y autoridades políticas.
El acto se celebró en el polideportivo de La Parellada, habilitado por la ocasión, que se quedó pequeño para albergar a todos los asistentes y unas 200 personas tuvieron que esperar fuera del pabellón.
La representación política estuvo encabezada por el presidente de la Generalitat, José Montilla; por la ministra de Defensa, Carme Chacón, y por el alcalde de Sant Boi, Jaume Bosch.
Los féretros llegaron al polideportivo procedentes del tanatorio de Sant Boi entre aplausos de los asistentes. Detrás de los coches fúnebres llegaron los autocares con los familiares directos de las víctimas.
La ceremonia comenzó a las 11.15 horas con la homilía del obispo Agustí Cortés que afirmó: "Las familias no estáis solas, toda la ciudad os apoya y comparte vuestro dolor". El obispo también tuvo un recuerdo para las personas heridas en el siniestro que continúan ingresadas en el hospital.
Posteriormente, un conjunto de música clásica interpretó varias piezas musicales y tomaron la palabra familiares y profesores de las víctimas en los que fueron los momentos más emotivos de la ceremonia. Los féretros salieron del polideportivo a las 13.10 horas y se dirigieron a los servicios funerarios elegidos por cada familia.
Al acto asistieron numerosos integrantes del equipo de béisbol de Sant Boi, del que formaban parte las víctimas, que vestían las camisetas del club en homenaje a sus compañeros. Los asistentes mostraron su pesar por la muerte de los niños y muchos no podían reprimir las lágrimas al paso de los féretros.
Entre los asistentes, la mayoría todavía se preguntaba cómo pudo derruirse por completo la instalación a causa del temporal de viento. Emilio, amigo de los padres de uno de los niños fallecidos, aseguraba en declaraciones a Europa Press no entender "cómo pudieron meter a esos niños dentro de una instalación que no tenía vigas ni tenía nada". "No sé quién tendrá la culpa de ello, pero creo que no podrá dormir tranquilo", aseveró.
Además del presidente de la Generalitat, asistieron al funeral el vicepresidente de la Generalitat, Josep Lluís Carod-Rovira; el consejero de Interior, Joan Saura; el consejero de Medio Ambiente y Vivienda, Francesc Baltasar; y el presidente de la Diputación de Barcelona, Joan Fogué. Asimismo, hubo una nutrida representación de alcaldes de la zona y municipios cercanos, como el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu; la alcaldesa de L'Hospitalet de Llobregat, Núria Marín; el alcalde de Gav, Joaquim Balsera; el alcalde de Viladecans, Carles Ruiz.
Completaron la lista de presentes el Síndic de Greuges, Rafael Ribó; el presidente de Convergncia i Unió (CiU), Artur Mas; el diputado del Partido Popular en el Congreso Jorge Fernández Díaz; el expresidente de la Generalitat, Jordi Pujol, y el presidente honorífico del Comité Olímpico Internacional, Juan Antonio Samaranch, entre otros.
RESPUESTA DE LA GENERALITAT
Mientras, el conseller de Interior, Joan Saura, aseguró hoy que el campo de béisbol de Sant Boi de Llobregat (Barcelona), donde el sábado murieron cuatro niños al derrumbarse una nave anexa por el viento, no tenía deficiencias estructurales, según un informe elaborado por los Mossos d'Esquadra.
En declaraciones a Catalunya Radio, opinó que es "absolutamente correcto y conveniente"que el Ayuntamiento haga un informe más amplio y exhaustivo para determinar si hubo alguna otra causa, además del viento.
"En este momento la única hipótesis que hay es la del temporal de viento que afectó a la zona donde está el polideportivo, que es muy abierta", señaló el conseller.
Por su parte, el alcalde de Sant Boi, Jaume Bosch, también en declaraciones en Catalunya Rdio, defendió el buen estado de las instalaciones, y puntualizó que la nave anexa donde se produjo la tragedia tenía 15 años, por lo que "no era una edificación antigua que pudiera tener deficiencias".
No obstante, Bosch consideró que se debe ser "prudente"y esperar el informe técnico para ver "si había alguna deficiencia"en las instalaciones.
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