Policía
Un guardia civil mata de un tiro a su ex pareja cuando iba a denunciarle al cuartel
La última víctima de violencia de género, Mari Luz Posse, asesinada por su ex compañero sentimental en Cambados en el propio cuartel de la Guardia Civil al que había acudido a denunciarlo, tenía tres hijos de un matrimonio anterior y era una persona muy conocida en la localidad pontevedresa, puesto que había sido presidenta de la asociación de comerciantes.
La mujer, de 45 años de edad, se encontraba actualmente separada de su marido, con el que había tenido tres vástagos: un chico de 23 años de edad y dos niñas de 18 y 12 años de edad, y hacía tiempo había mantenido una relación ya finalizada con J.M.S., guardia civil de profesión, que a las 6.45 mañana acabó con su vida cuando iba a denunciarlo por acoso y amenazas.
La noticia ha causado gran consternación en Cambados, según confesó el alcalde, Xosé Manuel Cores Tourís, que conocía personalmente a la víctima y que se ha visto sorprendido por el suceso en un viaje a Buenos Aires. «Es una noticia triste y un caso más de esta lacra que es la violencia de género», declaró. Mari Luz Posse había acudido al cuartel de Cambados para presentar una denuncia cuando su ex pareja la intentó convencer de que desistiese y, al ver que no conseguía su propósito, decidió matarla.
La víctima había sido durante años presidenta de los comerciantes de Cambados, quienes también expresaron su pesar, ya que conocían a la mujer, que había regentado durante algún tiempo una tienda de moda de niños que había traspasado hace unos meses.
El cadáver de la víctima se encuentra en el anatómico provincial de Pontevedra a la espera de que se le practique la autopsia en las próximas horas para, posteriormente, ser trasladado a Cambados para ser velado por la familia. Por su parte, el autor del disparo mortal, J.M.S., de 34 años, que se encuentra detenido en la Comandancia de Pontevedra, pasará a disposición del juzgado número 2 de Cambados.
Ante este nuevo caso de «violencia machista», el Consello Local da Muller de Vilagarcía de Arousa expresó a través de su presidenta, Victoria Hierro Lorenzo, su «más enérgica condena» y lamentó «una vez más el sentimiento de posesión se une a la violencia y a la razón de la fuerza y que da como resultado una nueva víctima mortal en la persona de una mujer que lo único que pretendía ejercer era su derecho a denunciar un presunto caso de acoso».
Además, subrayó el agravante de que el responsable de la muerte sea un guardia civil y animó a los vecinos de Arousa a acudir al sepelio de la víctima, para lo que el consistorio facilitará el acceso de los vecinos mediante autocares.
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