Un premio de 32000 euros por escaño

En España ya está todo preparado. Más de 35 millones y medio de ciudadanos están llamados a las urnas para elegir a los que serán nuestros representantes en el Parlamento Europeo, aunque todo apunta a que la participación no superará el 40 por ciento. Tras los comicios, a nuestro país le corresponderán 50 eurodiputados, para los que se han presentado más de 2.000 aspirantes. De éstos, el 45,35 por ciento son mujeres, lo que supone un aumento de doce puntos respecto al año 2004. Además, con 35 listas diferentes, es el país que más candidaturas ha presentado, eso sí, después de Francia, que cuenta con nada menos que 160.
Los nuevos electores
El alto grado de abstención esperado ha obligado a emitir 135.000 papeletas menos con respecto a los comicios de hace cinco años. Y lo mismo ocurre con los sobres de votación. De los 47 millones de 2004 se pasará a 36. Por el contrario, el número de urnas en estos comicios aumentará de 65.000 a 68.000, y la respuesta está en los casi 800.000 electores nuevos.
El método utilizado en España es el de listas cerradas. Los partidos políticos establecen el orden de los candidatos y los votantes optan por una u otra formación política. La mayoría de edad exigida para votar es de 18 años.
De cara al Parlamento Europeo y el uso de las lenguas cooficiales españolas, cualquier ciudadano puede dirigirse a éste en catalán, euskera o gallego. Sin embargo, al no tener rango de idioma oficial, los diputados no pueden expresarse en estas lenguas en las comisiones o en las sesiones plenarias de la Eurocámara. Eso sí, siempre pueden utilizar el español, una de las lenguas oficiales de la Unión Europea.
Hoy, al cierre de los colegios electorales, comenzará el escrutinio por parte de las juntas electorales provinciales, ante las que se podrán presentar alegaciones hasta el próximo sábado. Y es que conseguir un escaño conlleva algo más que poder político en Europa. El Estado abonará 32.202 euros por cada diputado que obtengan los partidos políticos y pagará 1,07 céntimos por cada voto obtenido.
En estos comicios, además, entra en funcionamiento un nuevo dispositivo de escrutinio. Se llama Colegio Administrado Electrónicamente (CAE) y está integrado por un ordenador portátil, una pantalla digital, una impresora y un lector con los datos de todos los electores censados. Las papeletas tienen un código de barras para su escrutinio posterior y los votantes pueden identificarse con el DNI convencional o teclear el pin de su DNI electrónico. Los primeros en probar este sistema serán los colegios de Salamanca, Lérida y Pontevedra. El resto de España comunicará los datos a través de PDA, para lo que se han distribuido 8.222 dispositivos. El objetivo es ahorrar tiempo y agilizar el proceso.

Los otros partidos
La campaña española para las europeas se ha centrado, una vez más, en el PP y PSOE. Y si apenas se ha oído hablar de los partidos minoritarios como IU, CiU, PNV, BNG, ERC... no digamos de otros como el Partido Antitaurino contra el Maltrato Animal (PACMA), que se presenta este año a los comicios europeos, o el Partido Humanista (PH). Nada se ha escuchado sobre ellos, salvo que resultan curiosos y tienen un objetivo definido. Algunos se centran en el ámbito local en el que residen, como Salamanca-Zamora-León (PREPAL), una formación política que refleja claramente a qué ciudadanos se dirige. Otros llevan implícito en su nombre su propia filosofía de vida, como es el caso de Partido Familia y Vida (PFyV) o Por Un Mundo Más Justo (PUM+J). Pero sin duda, el que mayor número de seguidores tiene es el de Ciudadanos Agobiados y Cabreados (CAyC). Este último grupo se quedó fuera del proceso porque no contaba con el número de avales necesario que exige la Ley Electoral (al menos 15.000 firmas).