Miami
Una criada se suma al culebrón que enfrenta a Junior con sus hijos
Vivimos momentos de oportunismo, trinque y deslealtad propiciada televisivamente. El medio se ha convertido y asentado como escaparate cuestionador; talento y méritos son lo de menos. Se magnifica y engrandece lo rastrero, y el último «¿Dónde estás, corazón?» descubrió a un Junior insólito. O tal podría deducirse de las afirmacions de Lidia Chávez, una chica para todo –pero que para todo, todo– presuntamente maltratada por el ex de Rocío Dúrcal. No repartiendo la herencia de su esposa, Antonio Morales se equivocó cual si fuese, tal vez, la paloma albertiana: se equivocaba, se equivocaba. Cayó en su propia trampa, parece que encubridora de posesiones y caudales escondidos allende los mares, especialmente apartamentos en Miami y dinero en las Islas Caimán. Lo de no distribuir entre Carmen y Shaila las joyas de Marieta clama al cielo. Resulta casi una «operación boomerang». Su rebote puede echarlo al suelo como ya lo hacen –sospecha de que algo queda– las denuncias realizadas por esta dolida boliviana que trabajó siete años para tal familia «en principio,sin contrato laboral».Acompañó a Rocío en sus últimas horas y cuenta todo tipo de tristezas. Y ahora, algunos malpiensan que azuzada por Carmen y su hermano Antonio, habla, denuncia y revela aspectos de Junior que le convierten en desalmado: desde malos tratos con hematomas o supuesto –¡e increíble!– acoso sexual al poco de morir Rocío.Entre hijos, viudo y un entorno empezado por el interés, no dejan que ella repose en paz, allá en las alturas, airean porquería, comercializan miserias, descubren más adicciones que al alcohol y hacen añicos la imagen de familia modélica que siempre tuvimos de este clan. La tacañería de JuniorCuando todos los enaltecíamos haciéndolos ejemplares, el dinero reveló su lado más cutre e interesado. Pobre Rocío Dúrcal: las desavenencias ya no se limitan al parné que les corresponde y que Junior, fiel a su tacañería, evita distribuir reteniendo otras posesiones.«El señor Antonio es tan tacaño que sólo da 150 euros para la compra mensual del mercado», precisa la doble afectada con todo tipo de ataques, que fue despedida por el ex cantante en uno de sus atardeceres incontenibles. Sus explicaciones resultan increíbles, porque Junior recuerda cuando le interesa y achaca «a la medicación» otros descuidos o desmemoria. Es un vivales a quien nadie cree cuando asegura «no tener idea de si su Marieta tenía dinero fuera de España e incluso propiedades». Finge el más absoluto desconocimiento, mientras su momificada imagen va desintegrándose como el desconsuelo que a todos nos inspiró al enviudar. Tal desintegración sólo está empezando; él y sus hijos pusieron la primera piedra desestabilizadora. Ahora, es la chica que les ayudó durante siete años, y pronto veremos a unos y otras ofreciendo nuevos aspectos, acaso siniestros y morbosos, de quienes tomamos como modelo de virtudes. El colorín nunca tuvo mas claroscuros.
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