Policía
Una joven acusada de encerrar a su madre sin comida
La actitud sumisa de la mujer, de 51 años, ante su hija, una joven de sólo 20, despertó las sospechas de los agentes.
Málaga- Maltrato, robo y secuestro. Éste es el calvario que asegura haber sufrido una malagueña de 51 años. Al contrario de lo que podría parecer, no fue un asaltante desconocido quien le profirió tales daños. Fue su propia hija. La joven, de 20 años, ha sido denunciada en Málaga por agredir supuestamente a su madre. De acuerdo con el relato de su progenitora, la encerraba en una habitación a temporadas dándole sólo una pieza de fruta diaria para comer.
La víctima presentó, por fin, el pasado viernes la denuncia contra su hija. Ocurrió después de que los agentes de la Policía Local tuviesen que intervenir la noche del miércoles en una reyerta entre la acusada y su novio.
Según informó ayer el diario local «Málaga hoy», fuentes policiales señalaron que la situación de la denunciante, de 51 años de edad, y que padece una grave dolencia incapacitante, se conoció el pasado miércoles.
Discusión de pareja
Los agentes recibieron a las 23:50 una llamada que alertaba que en la avenida Molire había una pelea en la que una joven estaba agrediendo a su pareja. Tras desplazarse y no observar nada, realizaron una serie de indagaciones hasta que supieron que los implicados residían en un edificio próximo y se dirigieron hacia él. Localizaron así el piso donde vivía la joven y vieron que sus manos sangraban y que mostraba una actitud muy violenta.
Los agentes concluyeron que la joven había discutido con su novio de manera acalorada en la vía pública, pero no quiso presentar denuncia alguna. Durante la entrevista, los agentes observaron a la madre, que se mostraba muy callada y con la cabeza agachada, lo que despertó las sospechas de los agentes.
Éstos esperaron en las cercanías del piso y cuando se fue la hija regresaron a la vivienda para hablar con la madre, quien reconoció que su hija y su pareja le quitaban el dinero. Asimismo, declaró que habitualmente solía quedarse en su habitación bajo llave por temor a que la joven le pegase, ya que ésta en numerosas ocasiones había entrado y la había golpeado.
También relató que, como consecuencia de una enfermedad que padece, necesita una fuerte medicación que la seda, y que había mañanas que amanecía con múltiples moratones. Además, explicó que había estado encerrada durante temporadas en una habitación sin comer, ya que su hija únicamente le daba una pieza de fruta al día.
Durante la entrevista con la Policía, la víctima temió que su hija volviese con su novio, y confesó que temía que acabasen con su vida. Los agentes la convencieron, finalmente, de que denunciase.
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