Puente de Vallecas
Una mujer asesina a su marido e intenta fingir que había sido un atraco
Se derrumbó ante la Policía y confesó que le apuñaló porque la maltrataba
Apuñaló a su marido y al ver que lo había matado trató de fingir que había sido víctima de un atraco y, ya moribundo, había conseguido arrastrarse hasta casa, para fallecer allí. Falló un detalle demasiado evidente: no había rastros de sangre en la entrada de la casa ni en las escaleras, pero en el suelo de la cocina donde Manuel Duncan yacía muerto sí, y la camiseta de «Sarita», su mujer y asesina, aparecía también empapada de rojo. Una vez en comisaría y sometida al interrogatorio policial de rigor, la mujer empezó a contradecirse en sus declaraciones. Al cabo de un rato sus nervios se quebraron y reconoció que había sido ella la que había propinado la puñalada a su marido, un puntazo a la altura del pecho y con trayectoria descendente hacia el corazón mortal de necesidad.
Vecinos silenciososManuel Duncan Añasco, de 32 años, y Sara Elisabeth Vidal estaban casados y llevaban pocos meses –«desde octubre o noviembre», según los vecinos– compartiendo piso en el 22 de la Avenida Rey Juan Carlos I de Leganés, barrio de Zarzaquemada, con Manuel Mundo Ortega y su mujer, también peruanos. En todo ese tiempo se habían caracterizado por su discreción y silencio, por lo que poco sabían de ellos los vecinos de su bloque –sorprendidos ayer ante la noticia de la que supieron por la misma Policía–. Tan sólo tenían constancia de que sus vecinos «no armaban jaleo» y que la noche de autos «no se oyó ningún ruido».Tras confesar, Sara Elisabeth afirmó que había atacado a su marido porque la maltrataba de manera reiterada, aunque no consten antecedentes ni denuncias por hechos de este tipo, como confirmó a los medios la delegada del Gobierno en Madrid, Amparo Valcarce. Todo sucedió sobre la una de la madrugada, cuando desde el mismo domicilio –los vecinos dicen que dormían y al despertar se encontraron ya con él cuerpo ensangrentado en la cocina– se hizo una llamada a la comisaría de Leganés informando de que un hombre se encontraba herido en su domicilio. Los agentes personados en el lugar se encontraron al hombre y a la presunta asesina que trataba de reanimarlo. Los facultativos del Summa llegados al lugar de los hechos constataron sin que tuvieran necesidad de manipular el cuerpo que el hombre ya había fallecido, de manera que fue tarea del forense la confirmación legal de tal deceso. Es el cuarto caso de asesinato por violencia de género en Madrid en lo que va de año (en 2008 se registraron once), el cuarto por violencia «doméstica» y el primero en el que la víctima es un hombre, un supuesto poco habitual (dos casos en España en 2007 seis en 2008, uno en Madrid).
El antecedenteVerónica G.V. y Rogelio Nicolás, de 30 y 34 años y ambos bolivianos, no tenían antecedente alguno por malos tratos ni órdenes de alejamiento, exactamente igual que el caso de ayer. Ella lo mató a puñaladas el 14 de septiembre tras una fuerte discusión, según declararon los vecinos. Agentes de policía encontraron al hombre ya agonizante en la calle, a la puerta de su casa en Puente de Vallecas. La víctima tenía la ropa manchada de sangre y cortes en el pecho, además presentaba claros síntomas de ebriedad. En el piso, la mujer, con magulladuras en el rostro, las tres hijas de ambos y varios compañeros de piso que, como de costumbre, no sabían nada.
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