Interior

«Ya te tocará Te vas a enterar»

Un policía que testificó contra los agentes tuvo que pedir una excedencia ¿ Sufría amenazas y le destrozaron su taquilla en varias ocasiones

«Ya te tocará Te vas a enterar»
«Ya te tocará Te vas a enterar»larazon

MADRID- «El Bloque» no perdona, y colaborar con la justicia sale caro en esta trama de Coslada. El de Irina no es el único ejemplo de acoso a todo aquel que ha ayudado a los investigadores del caso. Roberto era compañero de los que acabaron entre rejas por la corrupción policial. No compartía sus formas ni sus ilegalidades y se convirtió en el personaje ideal para explicar el día a día a los agentes en las dependencias policiales una vez que el caso salió a la luz. Ayudó a los investigadores en lo que pudo y declaró como testigo. Pagó con creces su buena voluntad. El acoso al que le sometieron los afines a «El Bloque» pudo con sus fuerzas. En su lugar de trabajo la convivencia se volvió insoportable. El acoso llegó incluso a la amenaza tipo mafioso. «Ya te tocará. Te vas a enterar» fue lo que se encontró un día escrito en su taquilla. Algún/os policías con acceso a los vestuarios destrozaron su taquilla, la abollaron, forzaron, abrieron y destrozaron sus enseres personales. De regalo, un escupitajo al lado de la Roberto tiró la toalla y desapareció. Ni siquiera esperó a conseguir la baja, directamente optó por coger una excedencia. Lo que fuese con tal de no tener que cruzarse cada día con sus compañeros por los pasillos de las dependencias policiales. Hace meses de este suceso y nadie ha tomado cartas en el asunto desde un punto de vista político. Sí que se puso el caso en manos de la Policía y el Grupo XVI de la Unidad de Delincuencia y Crimen Organizado (Udyco) investigó estas amenazas en las taquillas. Es cuando menos llamativo que sucedan este tipo de incidentes dentro de los vestuarios donde cada día los que se suponen que velan por la seguridad de los cosladeños se cambian de ropa. El caso de Irina, al menos sucedió en la calle. Roberto tenía al enemigo en casa y nadie hizo nada por ayudarle. Se da la circunstancia de que muchos de los que hoy ejercen de policías en Coslada son amigos de los implicados en la trama. Una situación cuando menos extraña ya que, el apoyo a los agentes detenidos es mayoritario dentro del Cuerpo, lo que provoca que sean los que colaboran con la justicia, los que se vean obligados a emigrar.