Islamabad
Zardari tiende la mano a la oposición
El líder de la oposición, Nawaz Sharif, desafía su arresto domiciliario y encabeza una marcha contra el Gobierno.
ISLAMABAD- El Gobierno paquistaní de Asif Ali Zardari decidió al cierre de esta edición restituir en su puesto al ex presidente del Tribunal Supremo Iftikhar Chaudhry con el objetivo de rebajar la tensión y poner fin a la crisis política que se ha agravado en las últimas horas tras el arresto de Nawaz Sharif, ex primer ministro paquistaní, líder de la Liga Musulmana-N (PML-N) y enemigo irreconciliable de ZardariPrecisamente entre las reivindicaciones de Sharif siempre ha estado que Chaundry recupere su puesto, algo que el presidente siempre se ha negado porque temía que si le devolvía el cargo, el juez consideraría nulos todos los decretos del último año de Musharraf, incluida la amnistía que permitió a su esposa, Benazir Bhutto, asesinada en 2007, y a él mismo volver al país.La herencia de MusharrafChaudhry y otro medio centenar de jueces fueron expulsados por el ex presidente Pervez Musharraf cuando impuso el estado de emergencia en noviembre de 2007. Musharraf les acusó de inmiscuirse en asuntos del Gobierno. En el momento de su expulsión, Chaundry llevaba un recurso contra la reelección de Musharraf para un segundo mandato.El líder opositor, que está inhabilitado para cargo público por una polémica decisión de los jueces del Supremo, desafió ayer la orden de arresto domiciliario y encabezó las protestas contra el Gobierno que tienen lugar en Lahore en una Larga Marcha que pretende llegar hoy a Islamabad. Los manifestantes y la Policía paquistaní mantienen una fuerte lucha en las calles en una clara muestra del deterioro de la situación en el país.El supuesto arresto domiciliario, negado por el ministro del Interior paquistaní, Rehman Malik, ocurrió algunas horas antes de que Sharif concurriese a la multitudinaria manifestación callejera. A pesar de la negación del Ejecutivo, la Policía selló la casa del político y bloqueó la calle. Uno de los agentes explicó que Sharif estaba bajo «protección por seguridad» por tres días.Sharif, que decidió salir de su casa pese al despliegue policial, declaró a los periodistas que el Gobierno ha convertido el país en un Estado policial. «Han bloqueado todas las carreteras, han usado toda clase de tácticas contrarias a la ley», denunció Sharif.Cientos de manifestantes, muchos miembros del partido religioso, arrojaron piedras a los policías fuera del Supremo en Lahore. Muchos vehículos, además, fueron quemados. La Policía respondió lanzando gases lacrimógenos y disparando pelotas de goma. Después, cientos de manifestantes llenaron la zona, obligando a retroceder a los agentes.La protesta, organizada por los abogados y los partidos de la oposición, amenaza con traer más turbulencias a un país en el que el Gobierno lucha por combatir a los militantes islamistas y revivir la decaída economía.Los hechos violentos de ayer llegan tras la oferta de diálogo que le hizo ayer el presidente paquistaní. Además de proponer a Sharif negociar fórmulas para restaurar a la alta judicatura del país, como demanda Sharif, el Gobierno anunció que apelará en el Tribunal Supremo el fallo que inhabilitó a Nawaz y su hermano, Shahbaz, para ocupar cargos públicos. Pese a la oferta de conciliación, las autoridades han seguido adelante con sus medidas para evitar la sentada de abogados y activistas opositores convocada a partir de hoy en Islamabad.Además de Nawaz y Shahbaz Sharif, también recibieron órdens de arresto los líderes de los otros dos partidos convocantes de la protesta y destacados abogados, según distintas fuentes de los partidos y de la Policía citadas por los canales paquistaníes.
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