Mientras los líderes mundiales se reunían en Canadá durante la cumbre del G-7, 440 drones y 32 misiles rusos atacaron Kiev y Odesa, así como cinco otras regiones, en un nuevo ataque masivo lanzado por Moscú en desafío a los llamamientos de alto el fuego realizados durante meses por líderes europeos y como ilustración del impacto de apaciguamiento de Vladimir Putin por Donald Trump.

Una sección completa de un edificio residencial de nueve pisos colapsó en la capital ucraniana, alcanzada por un misil X-101 que eludió las defensas aéreas desbordadas que luchaban por interceptar los enjambres de drones y misiles rusos.

Las explosiones y el derrumbe mataron al menos a 13 personas e hirieron a unas 114, según informaron las autoridades locales, mientras las labores de rescate continuaban todo el día.

Oleksandr Bilenko, un informatico de 36 años, logró conciliar el sueño incluso después de que unos 10 drones impactaran al inicio de la noche no lejos de su apartamento en el séptimo piso de un edificio residencial de nueve plantas, ubicado a unos 200 metros de distancia. Aunque los drones suenan más amenazantes debido a las recientes modificaciones, son una presencia constante en la capital, y tanto Bilenko como muchos otros están ya acostumbrados a su amenaza.

“Escuché algunos gritos, pero no eran de dolor, sino más bien de alarma, mientras los residentes buscaban un lugar más seguro”, relató a LA RAZÓN horas después de que terminara el ataque ruso.

Sin embargo, cuando su perro lo despertó poco después, escuchó un silbido fuerte que le hizo darse cuenta de inmediato de que ya no se trataba de un dron. “Mi perro, también acostumbrado a los drones, estaba en puro pánico”.

Uno tras otro, dos misiles rusos impactaron cerca. La onda expansiva de la primera explosión derribó a Bilenko, mientras todo el edificio temblaba intensamente. Sin lugar a dónde huir, abrazó a su perro en el pasillo, cubriéndolo con su cuerpo, esperando otra explosión. “Esta vez escuché gritos de dolor cerca”, relató.

Mientras llegaban los servicios de emergencia para buscar supervivientes, Bilenko salió de su casa. Vio varias columnas de humo negro y aún más destrucción a su alrededor, que se hacía más evidente con la salida del sol.

“Sólo ahora empiezo a darme cuenta de lo afortunado que he sido. Sabiendo lo imprecisos que son los misiles rusos, podrían haber impactado en cualquier edificio, incluido el mío”, dijo. El refugio antiaéreo más cercano estaba en el edificio destruido.

Una pareja de esposos estaba sentada frente al edificio, esperando noticias sobre su hijo, enterrado bajo lo que alguna vez fue su hogar. “Esto es puro terror”, subrayó Bilenko.

Un dron de diseño iraní “Shahed” también fue captado impactando directamente en un edificio residencial de gran altura en otro distrito de la ciudad, matando al menos a tres personas, según información preliminar. Otro video captó lo que parecían ser explosiones de municiones de racimo, lo que fue confirmado más tarde por el alcalde de la ciudad, Vitali Klitschko. Estas municiones liberan cientos de pequeñas bombas que explotan de inmediato o caen al suelo para detonar después, representando una amenaza constante para los civiles.

“Rusia está haciendo todo lo posible para matar al mayor número de personas y usa este tipo de proyectiles, atacando una ciudad pacífica”, subrayó Klitschko, mostrando los fragmentos encontrados de dicha munición.

En Odesa, dos personas más murieron y al menos 17 resultaron heridas, mientras varios edificios y un jardín de infancia sufrieron graves daños en el centro histórico de la ciudad.

Aunque la aviación y las defensas aéreas ucranianas interceptaron 428 drones y misiles, al menos 10 lugares fueron alcanzados, mientras que fragmentos cayeron en 34 ubicaciones más, informó la Fuerza Aérea del país. Quince de los 16 misiles balísticos lanzados por Rusia fueron interceptados.

“Putin lo hace deliberadamente, justo durante la cumbre del G7. Está enviando una señal de desprecio total por Estados Unidos y otros socios que han pedido el fin de las matanzas”, reaccionó el ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Andri Sibiga.

Subrayó que Rusia rechaza un alto el fuego y ataca cínicamente la capital ucraniana mientras solo finge buscar soluciones diplomáticas.

“El mundo entero, Estados Unidos y Europa, deben reaccionar finalmente como una sociedad civilizada ante los terroristas”, destacó el presidente ucraniano Volodímir Zelenski, de camino a la cumbre del G-7.

Putin lo hace únicamente porque puede permitirse continuar la guerra, también señaló Zelenski. “Es malo cuando los poderosos de este mundo hacen la vista gorda ante esto”, subrayó. El líder ucraniano dijo que Ucrania ha contactado a todos sus socios para buscar medidas que hagan que los terroristas sientan el dolor, “y no las personas normales y pacíficas”.