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Nicolás Maduro

María Corina Machado: “Las luchas intestinas en el régimen chavista son brutales y contribuirán a su caída"

La opositora venezolana avisa de que “todo el que se alíe con Maduro se está poniendo del lado de un conglomerado criminal transnacional”

María Corina Machado, opositora venezolana, en una imagen de archivo larazon

María Corina Machado (Caracas, 1967) fue despojada de su escaño como diputada en la Asamblea Nacional de Venezuela en 2014. Hasta entonces había sido una de las figuras opositoras más implacables con Hugo Chávez primero y con Nicolás Maduro después. Su voz sigue siendo una de las más escuchadas dentro del país, aunque no todos compartan su punto de vista. Es fundadora del movimiento político Vente Venezuela e integrante junto con Antonio Ledezma y Diego Arria de la plataforma ciudadana Soy Venezuela. En esta entrevista telefónica con LA RAZÓN explica cuáles son los retos de la oposición antichavista y su visión del régimen. También critica la posición del presidente Pedro Sánchez por no recibir a Juan Guaidó en Madrid. “Todo el que se alíe con Maduro se está poniendo del lado de un conglomerado criminal transnacional”, afirma.

-¿La gira de Guaidó por Europa y Canadá tendrá efectos inmediatos dentro de Venezuela?

-Todavía está por verse. Como latinoamericana considero que estos son momentos cruciales para nuestro futuro. De lo que sí estoy convencida es de que ha contribuido a que los actores de Occidente entiendan la naturaleza del régimen de Venezuela, que tiene una doble condición: criminal y terrorista, algo nunca visto en Occidente. Paradójicamente, esta convergencia de crimen y terrorismo organizado internacional será la razón por la que este régimen terminará cayendo.

-¿Cree que el fin del régimen de Maduro está cerca?

-Si se hacen las cosas correctas que faltan, sí. Este régimen no va a caer solo, caerá si se dan un conjunto de acciones en distintos planos. En Venezuela sí hay una guerra no convencional, y por eso es tan difícil de entender para los que tienen una visión tradicional de los conflictos en qué plano se lucha, se gana y se pierde.

-¿Cuáles son a su juicio esos pasos?

-En primer lugar, el plano de la inteligencia y la información es fundamental. En segundo lugar, es importante que todo el mundo entienda lo que está ocurriendo en Venezuela y cómo le afecta, y desde luego, son claves los factores político, económico y de justicia internacional así como las acciones de fuerza necesarias para construir una amenaza creíble e inminente sobre quienes hoy como criminales se aferran al poder. De lo contrario no va a haber un cambio en Venezuela y todo lo que veremos serán simulaciones de lucha, pero no el desmontaje de la tiranía en los pilares que hoy la sustentan.

-¿No es un problema solo entre venezolanos?

-Quien eso crea es porque cierra los ojos y no quiere ver la realidad. Hace años alertamos de que una de las estrategias del régimen era desestabilizar otras naciones democráticas del hemisferio. Y es lo que ha ocurrido el año pasado en Colombia, Ecuador y en Chile, y es lo que se propone hacer con Centroamérica y con Brasil.

-¿Cómo afecta la situación de Venezuela en la geopolítica de América Latina?

-Una vertiente es el narcotráfico y el crimen regional, donde están las guerrillas del ELN y las FARC y que utilizan como fachada al Foro de Sao Paulo y a otros grupos con ideologías similares. El otro brazo es el fundamentalismo islámico. Hay evidencias de que Hezbolá tiene operaciones en Venezuela. Estas dos ramas utilizan el territorio, las instituciones y los recursos de Venezuela para proyectar su dinámica criminal y su proyecto transcontinental. Países como Irán, Rusia y Turquía están involucrados en esta operación. Es una amenaza real para Occidente. Todos esos grupos y países han encontrado en Venezuela servicios logísticos proporcionados por el propio estado, un estado que es parte de la mafia.

-¿Es partidaria de una intervención militar amparada en el TIAR?

-Eso es algo ridículo, eso es lo que dice la propaganda cubana. Jamás hemos planteado eso. Estamos en el siglo XXI. No estamos planteando un desembarco de Normandía. Eso es no entender la dinámica de lo que está ocurriendo aquí. Este régimen se sostiene en tres pilares: la represión, la propaganda y el financiamiento criminal. En primera instancia hay que cerrar la financiación y Europa puede hacer muchísimo más, lo mismo que España e Italia. Hemos visto redes financieras que han facilitado la transferencia de fondos del crimen venezolano y cómo hay corruptos y criminales viviendo a sus anchas porque no ha habido una reacción firme, clara y decidida. Ni hablar de aquellos que están haciendo lobby con todo el dinero del mundo para que se retiren las sanciones al régimen. Aquí hay mucha gente que ha hecho mucho dinero, no todos se reconocen chavistas y no todos son venezolanos.

-¿La segunda medida de respuesta que plantea cuál es?

-Tratándose de un régimen terrorista criminal y secuestrador, hay que actuar como se actúa frente a un terrorista y un secuestrador, planteándole una posición de fuerza superior y haciéndole entender un proceso de encaramiento y de asfixia. Hay muchas cosas que se pueden hacer que van reduciendo los márgenes de acción y de libertad de la tiranía. Se ha hablado de algún tipo de bloqueo para impedir que lleven el petróleo venezolano a Cuba, se ha hablado de intervenciones en el sistema de comunicaciones y de revertir el sistema de propaganda.

-¿Los principales actores de la comunidad internacional entienden lo que sucede en Venezuela?

-Cuando tienes a unos actores de la comunidad internacional que se hacen llamar democráticos planteando la cohabitación con la mafia, el reconocimiento de la mafia en el poder e incluso diciendo que se puede ir a elecciones con el régimen en el poder pues le están haciendo el juego. Claro que yo quiero unas elecciones libres y transparentes, pero eso no es posible mientras tengas a las mafias en el poder. Si en Venezuela las mafias controlan las armas, los tribunales, los medios de comunicación, el dinero, ¿quién gana las elecciones? Las mafias.

-¿No hay ninguna opción para negociar nada con el régimen?

-Quienes pretenden embaucarnos en una farsa de diálogo o farsas electorales, lo que están haciendo en la práctica es darle tiempo a esta tiranía, que es mucho más que Maduro.

-Pero eso es lo que plantea la Unión Europea...

-Lo que plantean algunos actores de la Unión Europea, porque no entienden nada o porque hay algunos que entienden demasiado bien.

-¿Cree que el desplante de Pedro Sánchez con Guaidó al no recibirlo es un balón de oxígeno para Maduro?

-Para nada. Eso lo que hace es hundir a Pedro Sánchez. Todo el que se alíe con Maduro debe ser consciente de que se está poniendo del lado de un conglomerado criminal transnacional, así de simple.

-¿Por qué cree que el presidente español no quiso recibir a Guaidó?

-Porque los tentáculos de este sistema criminal también son transnacionales.

-¿Cree que habrá elecciones parlamentarias este año?

-Este régimen busca denominar con ese término la imposición de un proceso totalmente ilegal e inconstitucional para dar una imagen de normalización. En este momento, la actitud desesperada del régimen es hacer creer que Venezuela pueda estabilizarse y normalizarse mientras la tiranía avanza rápidamente en desmontar e instalar un sistema financiero criminal que le permite aislarse definitivamente del daño que le hacen las sanciones. El tiempo está pasando y está pasando en vidas. Cada día que pasa miles de niños cruzan el umbral de daños irreversible sobre sus vidas. Creer que esto es un problema que se puede despachar con una farsa electoral es hacerle el juego al sistema.

-¿La represión de 2017 contra los civiles ha apagado la protesta ciudadana?

-Obviamente que la fuerza terrorista, como los colectivos, que han sido entrenados por los iraníes, han generado terror. Pese a ello, el año pasado fue el de mayor número de protestas de la historia en Venezuela porque la gente está desesperada porque no tiene servicios básicos, está cocinando a leña en el siglo XXI en el país que tiene las mayores reservas de petróleo del planeta. Sí que están protestando pero los venezolanos tienen claro que no van a arriesgar su vida para enfrentar una tiranía si no existe la seguridad de que hay tanto una dirección política comprometida -que no se va a quebrar en el último momento aceptando farsas de diálogo- como una comunidad internacional de genuina aliada que entienda que esta lucha es por la vida de los venezolanos.

-La oposición no siempre ha estado unida. ¿Eso ha debilitado las aspiraciones de un cambio de gobierno?

-Difiero con usted. Cuando la fuerza ciudadana ha obligado a avanzar por una ruta del coraje, como sucedió en la protesta de 2017, cuando dijimos que no íbamos a aceptar la cohabitación sino que íbamos a luchar por la libertad, o como en el 23 de enero del año pasado, cuando todos respaldamos la hoja de ruta con Juan Guaidó como presidente, ahí estuvo toda la sociedad unida. Sí que ha habido unidad. Lo que sí hay son sectores que estamos decididos a enfrentar la tiranía y a luchar hasta liberar a Venezuela. No vamos a aceptar, como se ha dicho en los diálogos auspiciados por Zapatero, “la convivencia democrática” con el régimen de Maduro.

-¿Qué figuras dentro y fuera de Venezuela están liderando la oposición al régimen de Maduro?

-Dentro de Venezuela somos millones de venezolanos que estamos acompañando este camino. Hay muchas figuras y las ha habido en la Iglesia, en la academia, en los sindicatos, en la dirigencia estudiantil y en la dirección política. Lo que pasa es que durante años los venezolanos hemos estado solos explicando al mundo lo que venía y no se quiso entender. Hoy hay grandes aliados, como Luis Almagro, secretario general de la OEA. Hoy el gran propósito de Cuba es impedir su reelección al frente de la OEA. Almagro es la figura internacional que ha hablado más claro sobre los tentáculos y la naturaleza del régimen y su pretensión de desestabilizar todo el hemisferio. Pero también hay varios jefes de Estado y líderes como Iván Duque y Marta Lucía Ramírez en Colombia, Jair Bolsonaro y Donald Trump. También hay que mencionar a ex presidentes como Felipe González y José María Aznar, que han tenido una visión consecuente no solo con Venezuela, porque esto es lo están haciendo en primer lugar por España. No quiero dejar fuera a un gran amigo, que es Herman Tertsch, que incluso viajó a Bolivia, donde consiguió información inequívoca sobre los vínculos que tiene Podemos con la corrupción de estos regímenes de Bolivia y Venezuela.

-¿Sigue habiendo fracturas dentro del régimen venezolano?

-Eso está ocurriendo. Muchas de las cosas que pasan son producto de ese enfrentamiento entre grupos de mafias. Creer que el régimen es homogéneo es una simplificación. Hay varias ramificaciones. Maduro es solo una de ellas. Pero también está el sistema corrupto de las Fuerzas Armadas, los islamistas, los que han hecho dinero con el lavado de dólares, el narcotráfico, que es transversal y está en todos estos grupos. Esas luchas intestinas son brutales y sí creo que va a ser parte de los elementos que va a contribuir a la caída final de la tiranía. Pero sería un error garrafal pensar que por sí solo va a caer. Lo único que vamos a negociar es su salida, las garantías que se les darían para marcharse.

-¿Sin el apoyo de Cuba, el régimen no se sostendría?

-El apoyo de Cuba al régimen es grave, pero no es lo único que lo sostiene. Hay que enfrentar con mucha fuerza al régimen cubano y hacerles creer que la gente no va a tolerar que siga en la destrucción de Venezuela. Aquí están operando Irán, Rusia, Turquía y fuerzas que desde Europa, algunas escondidas y otras explícitas, están haciendo grandes negocios con los lingotes de sangre y con el hambre y la muerte de millones de venezolanos.

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