Alemania
Alemania declara inconstitucional prohibir la eutanasia
El Alto Tribunal reconoce el derecho al suicidio asistido, que se pueda ejercer en todas las fases vitales, no solo por enfermedad
El párrafo 217 del Código Penal alemán está en contra de la Constitución. Ésta era la sentencia del máximo tribunal alemán con sede en Karlsruhe que se conocía ayer en una decisión que anula la pena de prisión para los profesionales que ayuden a morir de forma digna a otra persona. Los denunciantes eran dos enfermos crónicos que han conseguido que les dieran la razón y que se anule la ley que desde hace cinco años condena con hasta tres años de prisión a los médicos o enfermeros que se comprometan con el suicidio asistido. Eso sí, la ley no castiga la ayuda activa de personas del entorno íntimo del enfermo. Hasta la ley de 2015, había asociaciones de autoayuda que asesoraban a los afectados, que con el nuevo veredicto ven reconocidos su «derecho a la libertad de decisión».
«Hablamos de personas cuyos dolores son tan grandes que quieren morir», explicaba el ministro de Sanidad, Jens Spahn. Pero advertía de que «no queremos que se convierta en una obligación moral para con la familia», haciendo referencia al peligro de que los enfermos terminales tengan que decidirse por la muerte en contra de su voluntad para aliviar a los familiares o a la sociedad. Ésa fue la razón argumentada para que la eutanasia no se convirtiese en un servicio más de la sanidad, ante el miedo a una oleada de suicidios de personas de tercera edad.
El fallo del tribunal es especialmente llamativo porque reconoce el derecho a la eutanasia en todas las fases de la vida, no solo en casos de enfermedades crónicas e incurables, sino en el deseo expreso y prolongado en el tiempo de querer morir. La sentencia no significa que la eutanasia se haya legalizado a golpe de veredicto, ya que los afectados tendrán que superar más trabas para poder conseguir el descanso que desean. No está claro cómo se regulará el derecho en el caso de que las personas no sean capaces de comunicar su deseo y sean otros quienes tengan que decidir por ellos. Asimismo, los médicos podrían seguir teniendo reparos o miedo a una condena y ser difícil encontrar facultativos que lleven a cabo los suicidios. Por otro lado, hay otro proceso en relación a los medicamentos necesarios para llevar a cabo la eutanasia que será determinante y que gira en torno a la cuestión de a quién se le pueden vender.
La cámara de médicos alemana apeló al Gobierno a legislar cuanto antes cómo se aplicaría el veredicto en la práctica, para evitar una oferta incontrolada de servicios de muerte asistida. Asimismo, calificó de positivo que en la sentencia no se obligue a los médicos a llevar a cabo la eutanasia. Las dos iglesias alemanas se pronunciaron en contra porque consideran que se ejerce presión de forma sutil sobre personas enfermas o mayores para hacer uso del suicidio asistido.
La eutanasia en Alemania es un tema muy controvertido para todos los partidos del arco político. La historia de dicho concepto está ligada al sistema nacionalsocialista, que lo utilizó para asesinar de miles de personas con diversidad funcional mental y esterilizar de forma forzada a unas 400.000 personas más. De hecho, en Alemania no se utiliza la palabra Euthanasie sino Sterbehilfe (ayuda para morir). Para preparar la ley de 2015, que también apoyaron algunos diputados de La Izquierda (Die Linke), los diputados del Parlamento alemán se dividieron en grupos mixtos independientes de sus partidos en relación a diferentes propuestas. Esta forma de trabajo es común en el Budestag cuando se trata de temas de bioética.
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