Reino Unido
¿Oculta Downing Street el estado de salud de Boris Johnson?
El “premier” británico acudió al hospital St Thomas al persistir la “fiebre y tos seca” pero al parecer ha sido tratado con respirado al sufrir “falta de oxígeno”
El premier Boris Johnson, que la fases iniciales de la pandemia defendió la polémica estrategia de la “inmunidad colectiva”, jamás imaginó que el Covid-19 le acabara llevando a él mismo al hospital. Anoche, el líder “tory”, de 55 años, continuaba ingresado en el centro público de St Thomas, de Westminster, donde acudió la noche del domingo tras no presentar mejoría alguna tras comunicar la semana pasada que había dado positivo.
Downing Street intenta en todo momento quitar gravedad a la situación explicando que ni siquiera fue trasladado en ambulancia. No obstante, según los medios locales, la condición podría ser más compleja de lo que presenta la versión oficial, ya que la fiebre y la tos seca persiste y el “premier” ha tenido que ser tratado con respirador ante la falta de oxígeno.
Desde el Número 10 insistieron hoy en que Johnson sigue al frente del Gobierno y, en todo momento, se le estaba actualizando sobre la situación. El protagonista publicó también un mensaje en su cuenta de Twitter recalcando que se encontraba “trabajando” y con “buen ánimo”. La reunión rutinaria del Gabinete de los martes ha sido pospuesta para evitar la simbólica imagen de cesión de timón. Sus aliados comparan al líder “tory” con sus tantas veces venerado Winston Churchill. Sin embargo, no son pocas las voces que consideran que, ante la excepcionalidad de las circunstancias, ha llegado el momento de delegar y dejar que, hasta que se recupere, sean otros los que gestionen una pandemia que, al cierre de esta edición, había dejado en el Reino Unido 5.373 víctimas mortales (439 en las últimas 24 horas).
¿Si está lo suficientemente enfermo como para estar ingresado, está en condiciones para liderar al país?, fue la pregunta más repetida por los periodistas a través de video conferencia en las rueda de prensa diaria ofrecida el Número 10. “Está en el hospital por pura precaución porque los síntomas persisten, pero sigue al mando”, matizó el titular de Exteriores Dominic Raab.
En el sistema político británico no hay una figura clara que sucede al primer ministro si éste queda incapacitado como sí ocurre en los Estados Unidos con el vicepresidente. Aunque, por protocolo, antes de que Johnson enfermara se decidió que, llegado el caso, fuera el responsable de la diplomacia británica quien asumiera su puesto. A pesar de que en los últimos días, éste último también ha presentado tos seca, ha dado negativo en la pruebas por Covid-19.
Lo cierto es que Raab es conocido en el panorama político por su papel previo como ministro del Brexit en la última etapa en la que Theresa May se arrastraba cual cadáver político. Del ala dura de los tories euroescépticos tuvo más que un enfrentamiento con la antigua inquilina de Downing Street.
No obstante, durante la actual pandemia, son el titular de Salud, Matt Hancock, y el Tesoro, Rishi Sunak, que sostienen ahora los cargos de más peso en el Gabinete. El problema viene cuando cada uno defiende una estrategia distinta a la hora de abordar la crisis.
Economía en recesión
La economía comienza desquebrajarse y el Chancellor teme que si la cuarentena se alarga más allá de junio, podría ser peor el remedio que la enfermedad. De momento, más de un millón de personas han solicitado el “Universal Credit” -el subsidio para aquellos en situación de precariedad-. La cifra es nueve veces mayor de lo que esperaban las autoridades. Por otra parte, se estima que la tasa de desempleo (que estaba al 3,8% antes de que llegara la pandemia), pueda alcanzar el 8,7% para finales de Semana Santa. Y el último estudio del “Centre for Economics and Business Research”, revela que el Covid-19 está costando al país 2.400 millones de libras diarias (alrededor de 3.000 millones de euros).
No es que el actual ministro de Sanidad no de importancia a los números. Durante el Gobierno de David Cameron fue mano derecha del entonces responsable del Tesoro, George Osborne. Pero considera que, de momento, no se cumplen las condiciones para recobrar poco a poco la normalidad. El confinamiento está marcado hasta el 13 de abril y se da prácticamente por hecho que se alargará luego por otras tres semanas, incluso pudiéndose endurecer las medidas. El permiso para realizar una vez al día ejercicio al aire libre está siendo utilizado como excusa por muchos británicos estos días para disfrutar en los parques del buen tiempo.
No obstante, hay una unidad especial en el Número 10 que está evaluado varias fórmulas para suavizar a largo plazo las restricciones. Las admisiones hospitalarias se podría utilizar, por ejemplo, como mejor barómetro y en el momento que desciendan podrían levantarse el bloqueo por edad, región o sector industrial.
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