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Japón descarta el despliegue de un sistema de defensa antimisiles de EE UU

Los problemas técnicos y el miedo de los vecinos de las localidades elegidas para su instalación dan al traste con el proyecto del Gobierno de Shinzo Abe

El ministro de Defensa de Japón Taro Kono tras inspeccionar el sistema de defensa aérea estadounidense Aegis Ashore
El ministro de Defensa de Japón Taro Kono tras inspeccionar el sistema de defensa aérea estadounidense Aegis AshorelarazonAP

El ministro de Defensa japonés, Taro Kono, confirmó este jueves que el Gobierno ha descartado un plan del despliegue de sistemas terrestres de defensa antimisiles estadounidense Aegis Ashoreen dos puntos en Japón. Kono ya había indicado la semana pasada que el despliegue del sistema antimisiles Aegis Ashore en las prefecturas de Yamaguchi y Akita se detendría debido a problemas técnicos importantes y costos de montaje.

Japón había decidido primeramente desplegar los dos sistemas de defensa antimisiles, fabricados por Estados Unidos, en 2017. El plan, desde su origen, se ha encontrado con muchos problemas, que incluyen, entre otros, una resistencia pública incondicional de los residentes en los sitios elegidos para el sistema Aegis Ashore.

Otros elementos críticos fueron los aumentos repetidos en los costes que ascendieron a 450.000 millones de yenes (4.100 millones de dólares) para su operación y mantenimiento de 30 años, y preocupaciones de seguridad que llevaron a la oposición local. El ministerio de Defensa, además, también ha sido criticado por utilizar inicialmente datos defectuosos para seleccionar los sitios de albergue para el controvertido sistema terrestre de lanzamiento de misiles.

Kono dijo que Japón firmó un contrato por casi la mitad del coste total y pagó parte de él a Estados Unidos. El primer ministro Shinzo Abe, que ha presionado para aumentar la capacidad de defensa de Japón, dijo la semana pasada que el gobierno necesitaría reconsiderar el programa de defensa antimisiles de Japón y reducir la alianza de seguridad del país con Estados Unidos. Abe afirmó que el gobierno consideraría la posibilidad de adquirir capacidad de ataque preventivo, un plan controvertido que, según los críticos, violaría la Constitución de renuncia a la guerra de Japón.