Racismo

Las 20 veces en las que George Floyd suplicó por su vida

Los últimos minutos del afroamericano fueron agónicos. En las transcripciones de los audios queda constancia de que avisó en repetidas ocasiones de que no podía respirar

Estatua dedicada al general confederado Robert E. Lee en Richmond, Virginia
La imagen de George Floyd es proyectada en la base de la estatua dedicada al general del ejército confederado de Estados Unidos Robert E. Lee en Richmond, Virginia, Estados Unidos este martes. Mientras otros monumentos dedicados a personalidades de los estados confederados, la estatua de Lee, comandante de los ejércitos de la Confederación en la Guerra Civil estadounidense (1861-1865), sigue sin retirarse. EFE/ Jim Lo ScalzoJIM LO SCALZOAgencia EFE

Los últimos minutos de George Floyd fueron tan espeluznantes como cabría imaginar. Pero el horror se amplifica tras leer las transcripciones tomadas de la cámara de seguridad de los agentes. El hombre exclamó que no podía respirar en al menos 20 ocasiones. Un policía le respondió que no gritase, que consumía un oxígeno precioso mientras la rodilla del agente Derek Michael Chauvin, acusado de homicidio, permanecía incrustada en cuello durante 8 minutos.

Floyd tuvo tiempo para invocar a su madre en varias ocasiones, para pedir que le despidieran de su hija y para que les dijeran que les amaba. Sus súplicas, sus peticiones de ayuda, no sirvieron de nada. Una y otra vez Chauvin responde que se esté quieto, que no hable, que no proteste. El suceso generó una brutal controversia, provocó las mayores protestas callejeras en varias décadas, disparó el debate sobre el racismo en los cuerpos de seguridad y terminó, de paso, con los policías encausados.

En el caso del principal sospechoso, Chauvin, la fiscalía lo acusa de haber causado la muerte de Floyd «al perpetrar un acto eminentemente peligroso para los otros y mostrando una mente depravada, sin tener en cuenta la vida humana». El policía podría ser condenado a 35 años de cárcel. Los fiscales estiman que es «culpable de negligencia, creando un riesgo irracional y arriesgándose a causar la muerte o un gran daño físico a George Floyd».

Mientras tanto, en Nueva York, destacados activistas y políticos pintaban las palabras Black Lives Matter justo delante de la Torre Trump. Entre los que acudieron a pintar estuvo el alcalde, el demócrata Bill de Blasio, que preguntó: «Quién construyó esta ciudad, quién construyó esta nación y nunca obtuvo el reconocimiento. No hay declaración más americana que ‘Black Lives Matter’, no hay más declaraciones patrióticas, porque no hay Estados Unidos sin la América Negra». «Al decir que ‘Las vidas negras importan’», zanjó, «corregimos un error».