Marruecos
El discurso de la lógica
En la fiesta del trono más atípica, Mohamed VI ha abordado la precaridad social agravada por el coronavirus y ha prometido mejorar el sistema de prestaciones públicas de aquí a cinco años
El discurso del trono es un evento muy esperado en Marruecos porque supone un momento el que se informa del progreso y se anuncian acciones futuras y su desarrollo. Este año las circunstancias son muy especiales.
Marruecos se ha visto afectado, como el resto del mundo, por el covid-19. En el frente de la salud, la situación está bajo control, porque el Reino se ha confinado para evitar que la cantidad de infecciones se dispararan. Sin embargo, en la desescalada, la multiplicación de test ha provocado que las cifras se disparen, obligando a las autoridades a un reconfinamiento parcial, que afecta a ocho ciudades, incluida la capital económica.
Esta política de priorizar la salud ha tenido un costo exorbitante, tanto para las empresas como para el presupuesto estatal. Marruecos ha apostado por un apoyo masivo tanto para la producción como para las familias.
En este contexto, los ciudadanos marroquíes aguardaban el discurso, esperando encontrar allí los caminos de la esperanza. Se han quedado satisfechos.
El rey Mohammed VI no ha ocultado las dificultades del momento, no solo en cuanto a la situación epidemiológica, sino también a la económica y las pérdidas de empleo que se producirán. El covid-19 ha demostrado que el grado de precariedad excede los números que circulan. La Casa Real ha tomado nota de esto y ha asegurado que la generalización de la protección social es una prioridad y un objetivo que se alcanzará dentro de cinco años. Este es un gran paso adelante para Marruecos, que ha creado miles de hojas de ruta con programas, a menudo ineficaces y dejando a decenas de miles de millones de marroquíes al margen de cualquier política social. Este es un gran paso adelante para la cohesión social, pero también para fortalecer la demanda interna.
Por otra parte, el discurso real también ha señalado que esta crisis ha revelado que demasiados sectores están vinculados a la economía mundial. La nueva visión es una reevaluación de las opciones sectoriales para aprovechar nuevas oportunidades. Conociendo la implicación ecológica de Mohammed VI, estamos seguros de que la economía verde será parte de ella.
Para lograr esto, y debido a que el sistema bancario tiene sus límites para revivir a toda la economía, se establecerá un fondo de inversión estratégico. Esta es una gran noticia para proyectos innovadores.
El Rey también ha pedido una mejor gobernanza de la administración y las empresas públicas. Nuevamente, esta es una reforma urgente, que no puede limitarse a la digitalización.
Finalmente, el Rey ha llamado a todos los actores a unir fuerzas e ir más allá de la política, unos meses antes de las elecciones. Este plazo democrático no debe obstaculizar la respuesta a los desafíos.
El Rey es la encarnación del poder, respetando la Constitución, pero también es, para los marroquíes, la encarnación de la empatía, del humanismo. Esta relación de fusión le da a Marruecos una fuerza excepcional.
En los juicios por venir, la crisis económica y social que experimentará el mundo, Marruecos podrá confiar en esta relación entre el rey Mohammed VI y el pueblo marroquí.
Si el gobierno marroquí estará a la altura de las expectativas de los marroquíes y la visión de su rey es algo que solo el tiempo dirá.
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