Elecciones en Perú

La conexión de Sendero Luminoso con la izquierda peruana

El candidato radical Pedro Castillo niega vínculos con la secta maoísta, pero un congresista suyo está acusado de pertenecer a la organización terrorista

Varias personas cargan un ataúd durante un velorio en la madrugada del miércoles para recordar las víctimas del ataque de Sendero Luminoso en San Miguel del Este (Perú)
Varias personas cargan un ataúd durante un velorio en la madrugada del miércoles para recordar las víctimas del ataque de Sendero Luminoso en San Miguel del Este (Perú)StringerAgencia EFE

El asesinato de 16 personas en el principal valle de producción de hoja de coca de Perú el pasado domingo, a quince días de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del 6 de junio, ha puesto sobre la mesa la relación entre este grupo terrorista maoísta y el maestro rural y candidato a presidente por Perú Libre, Pedro Castillo. Sendero Luminoso ha reaparecido en la vida política de Perú con este ataque que deja 16 víctimas mortales, entre ellos cuatro menores calcinados, y tres heridos.

El brutal atentado ha generado dudas en torno a Castillo, favorito en los sondeos por un margen de entre 5 y 10 puntos respecto a Keiko Fujimori, candidata conservadora e hija del expresidente Fujimori. El congresista de su partido, Guillermo Bermejo, enfrenta un juicio acusado de pertenecer a esta organización terrorista maoísta y a grupos criminales herederos dedicados al narcotráfico, la trata de personas y la extorsión. En el lugar de la masacre se hallaron panfletos del grupo terrorista Militarizado Partido Comunista de Perú, heredero de Sendero Luminoso: “Quién vote a favor de Keiko Fujimori es TRAIDOR, es asesino del VRAEM, es asesino del Perú. No más fujimorato. ¡Viva el marxismo-leninismo-maoísmo!”.

Las autoridades informaron que también se halló una octavilla que atribuía el ataque a Sendero Luminoso. Sendero Luminoso fue el gran terror del conflicto interno peruano al provocar 32.000 de las 70.000 muertes durante las dos décadas de conflicto armado entre 1980 y 2000. Desde su primer atentado el 17 de marzo de 1980 en la comunidad andina de Chuschi, Sendero Luminoso perpetró matanzas en la selva, coches bomba, asesinatos selectivos, control de la zona cocalera del VRAEM y motines carcelarios. Uno de sus crímenes más atroces fue la masacre cometida 3 de abril de 1983 en el pueblo Santiago de Lucanamarca, en la zona sur central del país. Sendero Luminoso mató a 69 personas, entre ellos veinte niños.

Su líder Abimael Guzmán, alías ‘camarada Gonzalo’, fue capturado junto a su esposa, Elena Iparraguirre, en 1992. Tras su caída, Sendero Luminoso fue sustituido por la organización terrorista de corte guevarista liderada por Óscar Ramírez, alías ‘camarada Feliciano’, Proseguir. Los peruanos reconocen al expresidente Fujimori la derrota de Sendero Luminoso. Sus herederos continuaron sembrando el terror. El Militarizado Partido Comunista de Perú (MPCP) tomó el testigo de Proseguir tras el arresto en 1999 de ‘Feliciano’. El panfleto de Sendero Luminoso ha hecho rememorar las peores épocas de la guerrilla en Perú.

El volante de Sendero Luminoso hallado en el lugar de este atroz crimen ha generado un debate en Perú sobre si todavía hay terroristas que se respondan a estas temidas siglas. La matanza ha generado incertidumbre sobre las relaciones de Castillo y la izquierda peruana con los grupos narco-terroristas que dominan la zona del Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM), clave para la producción de hoja de coca, donde viven medio millón de personas. Las autoridades investigan en profundidad los motivos del ataque, incluidas las razones por las que se centró en un grupo de civiles.

Las acusaciones de terrorismo a Castillo se basan en que hay miembros del Movimiento por la Amnistía y los Derechos Fundamentales (Movadef) en Perú Libre. Movadef es un grupo político que reivindica parte de la ideología comunista de Sendero Luminoso rechazando la lucha armada, pero solicitando indultos a los terroristas. Natalí Durán, experta en memoria y violencia política en la Universidad Nacional Mayor de San Marco de Lima, prepara su Doctorado sobre el tema de Sendero Luminoso en el VRAEM. Durán explica a LA RAZÓN que Movadef es considerado por muchos la herencia institucional de Sendero Luminoso: “La creación de Movadef en 2009 provocó un escándalo y una ley que prohibía la entrada de excombatientes en la vida política institucional”. El discurso de Castillo ha contribuido a su desgaste: “Él afirma que quiere una sanidad similar a Cuba. Esto genera confusión en torno a su figura ya que en Perú se asocia comunismo con terrorismo”.

Los incondicionales de ambos bloques acusan al candidato rival de tener relación con el crimen o ser responsable del control de los narcos en esta zona conocida por la calidad de su hoja de coca. Ambos candidatos se han mostrado cautos y se han limitado a defenderse. Fujimori ha sido tajante ante las acusaciones de los castillistas de vínculos con Sendero Luminoso y el narcotráfico: “El Fujimorismo derrotó al terrorismo. Parece que el señor Castillo está desesperado. Es él quien debe mirarse al espejo. Es él quien tiene miembros de Movadef en su grupo. Es él quien tiene congresistas con procesos o vinculados a Sendero Luminoso. Un poquito más de respeto. No estoy diciendo que haya vinculación entre el ataque y el candidato. Lo que estoy haciendo es rechazando su insinuación sobre estos ataques y nuestro grupo político”. Por su parte, Castillo ha reiterado durante la campaña: “No somos comunistas, no somos chavistas, no somos terroristas”.

La investigadora de esta zona amazónica peruana señala que “la violencia es habitual en el VRAEM, pero suele olvidarse tras las elecciones”. Está segura de que la matanza ha sido perpetrada por el MPCP, pero no considera que tenga relación con los comicios del 6 de junio en los que los peruanos deben decidir entre dos modelos opuestos: la izquierda radical de Castillo o la vía conservadora de Fujimori.

Jimena Esquivel, profesora de Relaciones Internacionales en la Universidad Iberoamericana, destaca que se quiere sembrar la incertidumbre a los indecisos: “Se quiere sembrar la duda: ¿Quién está más desvinculado del narcotráfico para tener la legitimidad de tener el poder? Olvidando las propuestas”. El regreso de Sendero Luminoso, el recuerdo de la guerrilla y la violencia del narco han entrado en la campaña peruana.