Opinión

La columna vertebral del gigante asiático

Mao Zedong fue capaz de ver el potencial revolucionario de los líderes campesinos frente al proletariado industrial

Una mujer toma fotos de las banderas nacionales de China y de las banderas de la Región Administrativa Especial de Hong Kong
Una mujer toma fotos de las banderas nacionales de China y de las banderas de la Región Administrativa Especial de Hong KongDPA vía Europa PressDPA vía Europa Press

Aunque mañana, 1 de julio, es la fecha oficial para la conmemoración del aniversario, no fue hasta la celebración del I Congreso Nacional, entre el 23 de julio y el 3 de agosto de 1921, cuando se proclamó la fundación del Partido Comunista de China. El 21 de febrero de 1848 se publicaba en Londres la primera edición del Manifiesto del Partido Comunista. En 1915 los intelectuales chinos, Chen Duxiu y Li Dazhao, vinculados al Movimiento del Cuatro de Mayo, fundaron la revista leninista, «Nueva Juventud».

Mientras en Rusia se consolidaba la Revolución de Octubre de 1917, en China, en marzo de 1921, se celebró una reunión de agrupaciones comunistas encargadas de marcar los objetivos y principios del programa máximo. La Agrupación de Shanghái, bajo la dirección de Li Da, realizó los trabajos necesarios para Congreso Nacional.

Al Primer Congreso, que se inicia el 23 de julio de 1921, no pudieron asistir ni Chen Duxiu ni Li Dazhao. Únicamente estuvieron presentes doce delegados que representaban a tan solo cincuenta y nueve militantes de siete zonas o ciudades del país: Li Da y Li Hanjun de Shanghái, Zhang Guotao y Liu Renjing, por Pekín, Mao Zedong y He Shuheng por Changsha, Dong Biwu y Chen Tanqiu por Wuhan, Wang Jinmei y Deng Enming por Jinan, Chen Gongbo por Guangzhou, y, finalmente, Zhou Fohai que era residente en Japón. También estuvo presente Bao Huiseng, enviado por Chen Duxiu, que no pudo desplazarse a Shanghái. Como observadores de la Internacional Comunista asistieron al Congreso G. Maring y Nicolski, desplazados desde Moscú así como el holandés Henk Sneevliet. Aunque ni Li Dazhao, ni Chen Duxiu, estuvieron presentes en este I Congreso fundacional, los delegados nombrarían a Chen Duxiu secretario general in absentia quien, junto con Zhang Guotao y Li Da formarían el Primer Buró Político Central del Partido.

La reunión se inició en una escuela de niñas de Shanghái de la Avenida Wangzhi número 106 (hoy Avenida Xingye, 76), área de concesión francesa de la ciudad. Al ser descubierto el lugar por las autoridades, fue allanado por la policía de inspiración británica, lo que obligó a los congresistas a trasladarse a una embarcación, en el lago Nan Hu del Condado de Jiaxing, provincia de Zhejiang.

Con el tiempo Mao Zedong, nacido en Shaoshan, provincia de Hunan, se convirtió en el gran líder del pueblo chino. Fue capaz de ver el potencial revolucionario de los dirigentes campesinos frente a aquellos que defendían que la revolución debería partir del proletariado industrial y urbano. El 22 de abril de 1949 el Ejército Popular de Liberación ocupaba el Palacio Presidencial de Nanking. Fue la culminación de la Larga Marcha y de la Guerra Civil iniciada en 1927 en la que se enfrentaban contra los nacionalistas del Kuomintang dirigidos por Chiang Kai-shek. El 1 de octubre de 1949 Mao proclamó la República Popular de China en la Plaza de Tiananmen de Pekín.

Las campañas de reformas económicas e ideológicas, como el Gran Salto Adelante o la Revolución Cultural, caracterizaron los años que Mao estuvo en el poder. A su muerte, el 9 de septiembre de 1976, tras 27 años en el poder, le sucedió Hua Guofeng, quien cedería el poder, en 1978, al pragmático Deng Xiaoping, introductor de reformas económicas e institucionales, encaminadas a una Economía Socialista de Mercado según la terminología adoptada por los propios dirigentes comunistas. Deng Xiaoping cambiaría las bases ideológicas del partido cuyas reformas se intensificarían con sus sucesores, Jiang Zemin, quien le sucede en 1993, Hu Jintao desde 2002 o Xi Jinping desde 2012, actualmente secretario general del Comité Central del Partido Comunista y presidente de la República Popular de China.

De la evolución de estos cambios en el territorio y sus ciudadanos he sido testigo fiel, desde 1979, durante mis visitas, oficiales y personales, a diferentes provincias –Sichuan, Yunan, Tíbet, etc.–, ciudades y pueblos y me pregunto: ¿en qué medida en la evolución y transformación del Partido Comunista de China, a lo largo de estos cien años, no han estado presentes las enseñanzas de Confucio, Tao, el budismo e incluso los contenidos del Yi King?. En definitiva, todas las enseñanzas de la milenaria historia de China, arraigadas en la población, en sus intelectuales y gobernantes, incluidos los miembros de la dirección del Partido Comunista.

En su celebración de los cien años de existencia, este julio de 2021, estemos o no de acuerdo con sus tesis, el PCCh, con casi 92 millones de militantes, es una de las mayores organizaciones políticas del mundo y es la columna vertebral, de una nación que, bajo su dirección, ha pasado de la pobreza extrema a ser la segunda potencia económica del mundo. Con sus luces y con sus sombras.

* Jesús Osuna es presidente honorario de la Asociación de Amistad China España