Escenarios

¿Quién gobernará Suecia tras las elecciones?

Socialdemócratas y conservadores solo contemplan una Gran Coalición si fracasan las demás alternativa para formar Gobierno

Los suecos eligieron este domingo a sus diputados y a sus consejos regionales y locales
Los suecos eligieron este domingo a sus diputados y a sus consejos regionales y localesPontus LundahlAgencia AP

Como si el día de la marmota se tratara, Suecia se precipita a repetir el escenario de inestabilidad política de 2018, cuando hicieron falta 134 días para que el entonces primer ministro Stefan Löfven lograra la abstención de liberales y centristas para desbloquear la parálisis institucional.

Como entonces, los resultados oficiales provisionales dibujan una estrecha diferencia entre el bloque de la izquierdas (socialdemócratas, vedes, centristas y Partido de Izquierda), con 174 escaños, y el bloque de la derecha (conservadores, derecha populista, democristianos y liberales), con 175, uno más de la mayoría absoluta en un Parlamento de 349 diputados. Apenas les separan 47.000 votos

En opinión de Nora Theorin, investigadora asociada del Departamento de Ciencias Políticas de la Universidad de Gotemburgo, “el panorama de los partidos indica que también puede ser difícil encontrar mayorías en el Parlamento en esta legislatura”. Sin embargo, apunta Theorin a LA RAZÓN, “las partes probablemente estén más preparadas para esto ahora y, por lo tanto, podría ser un poco más fácil esta vez”.

Vistas las posiciones de salida, ¿quién gobernará Suecia los próximos cuatro años? Aquí van tres posible escenarios.

1. Vuelta al poder de la derecha

Tras ocho años en la oposición, la derecha sueca sueña con regresar al poder tras una campaña centrada en la inmigración, la criminalidad y la subida de los precios de la energía que debía, en principio, favorecerles. Y así ha sido, pero a los radicales y xenófobos Demócratas Suecos (SD), que se frotan las manos al ver que los grandes partidos asumen progresivamente su discurso contra la inmigración, que quieren reducir a la mínima que permitan las leyes de la Unión Europea.

Los suecos parecen haber perdido el miedo a la ultraderecha, que no deja de crecer elección tras elecciones tras su irrupción en el Parlamento en 2010. Ese “shock” empezó a resquebrajar el tradicional consenso políticos del país nórdicos. Este domingo el SD se colocó por encima del 20% de los votos como el segundo partido de Suecia, tras superar por primera veza al conservador Partido Moderado, que se mantenía desde 1979 como imbatible principal partido de la oposición.

El hecho de que los Demócratas Suecos sean el mayor grupo de la derecha aumentará las exigencias de su líder, Jimmie Akesson, para apoyar un eventual Gobierno liderado por el jefe de los moderados, Ulf Kristersson, que ve peligrar su liderazgo si no logra esta vez llegar al Gobierno.

Para Theorin, “los moderados probablemente seguirán siendo percibidos como el líder de la oposición (si su lado pierde) u obtendrán el cargo de primer ministro (si su lado gana)”. Asimismo, este buen resultado electoral “daría a SD un mejor espacio de negociación y muy probablemente una mayor influencia en el Gobierno (si gana el lado conservador/nacionalista) o de la oposición (si el bloque pierde)”, explica la experta.

2. Gobierno socialdemócrata

Es la alternativa si finalmente la derecha no logra formar Gobierno por sus disputas internas o el voto por correo y de los residentes en el extranjeros vuelven a dar un vuelco al recuento oficial. La popularidad de Magdalena Anderssson en sus diez meses al frente del Gobierno y el partido ha supuesto un revulsivo para los socialdemócratas, que en 2018 obtuvieron el peor resultado de su historia.

Sin embargo, como ha demostrado el viacrucis que ha vivido Andersson desde que fue investida en noviembre, cuando dimitió y se sometió por segunda vez a la confianza del Parlamento tras abandonar Los Verdes el Ejecutivo, gobernar en minoría en una lucha permanente para sacar adelante cada ley. Sus socios parlamentarios, centristas y ex comunistas están en las antípodas políticas, pero reclaman entrar en el próximo Gobierno. Andersson ya ha descartado tener ministros del Partido de Izquierda y se decanta por una coalición con verdes, centristas y liberales, si bien estos últimos se mantienen en el bloque de derechas. Sin embargo, como lo centristas, que abandonaron el bloque de derechas en 2019, no ven con bueno ojos la colaboración con la extrema derecha.

3. Gran Coalición

A diferencia de Alemania o Austria, donde ha sido muy habitual que los dos principales partidos del país gobernaran juntos, en Suecia es algo desconocido. Como en Dinamarca o Noruega, gobierna el bloque que logre los apoyos suficientes en el Parlamento. O como en el caso del parlamentarismo sueco negativo, gobierna quien reúne más votos favorables y abstenciones que votos en contra.

Socialdemócratas y conservadores no prevén gobernar juntos por lo que supondría para el crecimiento de partidos más extremos a derecha e izquierda y solo se sentarían a discutirlo en caso de que todas las demás alternativas para formar Gobierno fracasaran y Suecia se viera abocada a la repetición de elecciones.