Yihadismo

El Estado Islámico convence a sus terroristas de que obedecen a un mandato divino

La eliminación sistemática de los cristianos se debe a la necesidad de erradicar una religión que predica justamente lo contrario

Militantes del Estado Islámico
Militantes del Estado Islámicolarazon

El Estado Islámico (Daesh, Isis) convence a los suyos que, si tienen que asesinar y destruir, es porque se trata de un mandato divino: “el derecho de su yihad, por mucho que la gente se le oponga, discuta con él, lo humille y lo culpe, es porque pertenece a la gente de la secta victoriosa que es firme. por mandato de Dios”, aseguran en su publicación oficial.

Esta orientación para sus afiliados, que se repite cíclicamente, no tiene otro objetivo que mantener el engaño de que los terroristas son una especie de “soldados de Dios”, a lo que todo les está permitido, porque siempre obtendrán la victoria: en la tierra, si la logran; y. en la muerte, porque les espera el paraíso.

El nivel cultural de quienes se afilian a Isis y compran este mensaje no suele ser muy elevado y, en el caso de los actores --“lobos”-- solitarios aprovechan que el sujeto puede estan atravesando un mal momento o se siente rechazado por el entorno social en el que vive.

Así se explican las continuas matanzas de cristianos, en especial en África, ya que, al pertenecer a otra religión que predica justo lo contrario de la venganza y el odio, deben ser eliminados para no “contaminar” a la población.

A continuación, algunos párrafos del mensaje de daesh:

--Por “muchos reproches y críticas, la continua y feroz guerra contra el Estado Islámico, está en la profecía: sus soldados (los de Alá) lucharon por el bien de Dios por el derecho de su yihad”, aseguran.

-- “Esta es una respuesta a aquellos que afirman que la oposición de la gente a los muyahidines (combaatientes) se debe a los errores que pueden surgir de ellos, ¿así que la vieja estrategia es culpar a los creyentes muyahidines por sus errores?”, se preguntan.

--”No hay duda de que quien se adhiere a su religión en este momento es como aferrarse a brasas; y nadie se aferra a su religión en este momento como los muyahidines que llevan sus almas en las palmas de su mano en apoyo de esta religión, en obediencia al mandato de Dios Todopoderoso y guardando su ley”.

--”Una de las consecuencias de andar por este camino bendito es que es un camino que implica esfuerzo, contradictorio en sí mismo, lleno de penalidades”.

--Y agregan que “la yihad no tendrá ningún valor si su objetivo no es el establecimiento de la Sharia (la interpretación más rigorista del Islam); no se llama yihad si no es así, pero la mayoría de la gente no lo sabe”, concluyen.