Política

Nueva Delhi

Afganistán cambia democráticamente de Gobierno antes de que se retire la OTAN

Ashraf Gani tomará mañana el testigo de Hamid Karzai como presidente de Afganistán en el primer relevo democrático en el Gobierno en la historia reciente del convulso país asiático, a pocos meses de la retirada de las tropas de la OTAN.

Gani ha calificado de "verdaderamente histórico para Afganistán"este cambio de Gobierno tras un proceso electoral que ha durado cerca de seis meses, porque por primera vez "el presidente actual es reemplazado por uno nuevo democráticamente".

El político, economista e intelectual cuya trayectoria es elogiada por la comunidad internacional llega al poder avalado por el 55 por ciento de los votos, tras una segunda vuelta electoral en la que las acusaciones de fraude de su contrincante, Abdulá Abdulá, obligaron a recontar los más de ocho millones de papeletas.

En su primera comparecencia tras ser proclamado la pasada semana vencedor de unos comicios que empezaron en abril, el nuevo mandatario auguraba "una nueva era"para el país en la que se acabe con la violencia y se avance hacia un futuro en paz mediante un Gobierno de unidad, sin depender del exterior.

Un Gobierno de unidad nacional en el que Abdulá, su rival en las elecciones, ocupará la nueva figura de jefe de un Ejecutivo que tendrá entre sus primeros cometidos la firma de un acuerdo de seguridad con Estados Unidos.

Karzai decidió dejar en manos del Gobierno entrante este nuevo acuerdo, antes de despedirse del cargo con duras críticas hacia sus aliados los estadounidenses, que el auparon al poder, hasta el punto de acusarles de no estar interesados de acabar con la guerra contra los talibanes.

El presidente entrante se ha marcado como reto que los afganos protagonicen el futuro de su país, para "dejar de ser dependientes de otros", pero Estados Unidos ya ha anunciado que seguirá en Afganistán cuando al finalizar 2014 concluya la misión de la OTAN, la ISAF.

Unos 9.800 militares estadounidenses permanecerán en territorio afgano hasta finales de 2016, en espera de que se firme ese pacto con el nuevo Gobierno previsiblemente el día después de la toma de posesión.

Un pacto en un contexto en el que los insurgentes siguen lanzando ofensivas como la que en los últimos días les ha llevado a tomar un distrito en la provincia de Ghazni, con decenas de muertos -algunos decapitados o ahorcados por los talibanes- y heridos en los enfrentamientos con las fuerzas de seguridad afganas.

El propio Karzai advirtió en su despedida que desde que comenzó el proceso electoral en abril "los ataques -insurgentes- aumentaron en todo el país".

Karzai deja el poder tras trece años al frente de Afganistán, al cumplir los dos mandatos máximos que permite la Constitución afgana y después de acceder al cargo cuando en 2001 la intervención estadounidense acabó con el régimen talibán.

Su sucesor formó parte del primer Gobierno del ahora presidente saliente, en el que ocupó el cargo de ministro de Hacienda entre 2002 y 2004 con una labor de reconstrucción del país y de lucha contra la corrupción unánimemente elogiada por la comunidad internacional.

Ashraf Gani ya ha avanzado que combatir la corrupción será otro de sus primeros objetivos, ya que a su juicio es, junto a la violencia, uno de los principales obstáculos para el desarrollo de Afganistán.

Gani se formó en universidades americanas y trabajó para el Banco Mundial antes de entrar en política, forjándose una imagen de tecnócrata capaz de reflotar un país y de buen conocedor de las relaciones con Occidente.