Alguna víctima podría quedar sin identificar

La comisión de expertos que trabaja en la identificación de los restos mortales del Airbus A320 quiso poner ayer un poco de prudencia a la confusión de noticias y filtraciones de los últimos días. «No se comunicará ninguna identidad hasta que se tenga el resultado de todos los análisis, y eso tardará entre dos y cuatro meses», dijo a un grupo de medios internacionales, entre ellos Efe, el coronel François Taoust, director del Instituto de Investigación Criminal de la Gendarmería francesa (IRCGN), que adelantó también que no puede garantizar que se vaya a identificar a las 150 víctimas.

El Instituto de Investigación Criminal también informó de que la primera operación de rescate de los restos humanos terminará a finales de esta semana, y que las dos semanas siguientes se dedicarán a la recogida de trozos del fuselaje del avión. Cuando estas fases estén completadas, los investigadores necesitarán al menos otras dos semanas para inspeccionar a conciencia de nuevo la zona para localizar cuerpos que pudieran haber estado ocultos bajo ese material, dijo el coronel Taoust.

La recuperación de restos se verá acelerada con la conclusión del camino de acceso a la zona del siniestro, que, según el portavoz de la Gendarmería, Xavier Vialenc, estará finalizado hoy o mañana, «tras limpiar el acceso de vegetación y estabilizar el terreno. Vamos a ganar mucho tiempo», añadió Vialenc. De hecho, ayer, que amaneció nublado y con lluvias intermitentes, obligó por primera vez a utilizar vehículos todoterrenos, los cuales pudieron recorrer el trazado ya finalizado para dejar a los investigadores a 45 minutos a pie del área de búsqueda. Entretanto, siguen llegando a la zona los familiares de las víctimas. Hasta ayer, 325 personas habían sido recibidas en el centro de asistencia establecido en un hotel de Marsella por Lufthansa y su filial de bajo coste Germanwings para los allegados. «Todas las familias que han contactado con la compañía ha sido atendidas para facilitar su viaje a Marsella y su acogida en este centro abierto el sábado en un hotel de la ciudad», explicó ayer el director de operaciones de Germanwings, Oliver Walter. La semana pasada, se fletaron tres aviones desde Barcelona y Düsseldorf, pero los familiares de las víctimas están llegado ahora ya en vuelos regulares. «Esta acogida durará tanto como sea necesario, sin límite de tiempo», aseguró Walter.

En el centro se encuentran 90 personas, en su mayoría empleados de Lufthansa, de las que 58 se dedican al servicio a las familias. El resto se ocupan de la intendencia que ha sido confiada a la sociedad estadounidense Kenyon, especializada en la logística de crisis. El responsable de Germanwings confirmó el pago de una «ayuda rápida» de 50.000 euros a cada familia. «Es una ayuda que no supone una deducción de otras indemnizaciones», aclaró.

Ayudas en España

El Gobierno español volvió ayer a reunir al gabinete de crisis sobre la catástrofe. La decisión principal de ayer fue articular el procedimiento de atención a los familiares. Personal del Instituto Nacional de la Seguridad Social se incorporará a las oficinas de atención tanto en Madrid como en Barcelona. Asimismo, se habilitarán mecanismos de la máxima agilidad para el rápido reconocimiento de las prestaciones a que hubiera lugar, como las de viudedad, orfandad o indemnización por accidente de trabajo.