Declaración de la Renta

Partido Demócrata
La ¨basura¨ que amenazaba con complicar la campaña electoral de Donald Trump, acaba de empujar a Kamala Harris a tomar una decisión que lleva meses evitando, desmarcarse públicamente de su predecesor Joe Biden. El presidente estadounidense, en un intento de apoyar a los habitantes de Puerto Rico después de que un humorista dijera durante un acto republicano que el territorio boricua es una ¨isla flotante de basura¨, ha provocado una nueva crisis dentro de la campaña de su sucesora que pelea incansable cada día tratando de adelantar a su rival en unas encuestas que apuntan a empate técnico desde hace varios días.
¨La única basura que veo flotando por ahí es la de sus partidarios, su demonización de los latinos es desmedida y antiestadounidense¨, dijo el mandatario norteamericano en una video llamada con un grupo de votantes latinos el martes por la noche. La Casa Blanca trató de apagar el incendio mediático que esos comentarios estaban a punto de provocar, asegurando en la transcripción de la reunión que suele compartir con los medios que el mandatario se refería a los seguidores del comediante, algo que el propio Biden remarcó poco después a través de cuenta, en la red social X, pero la justificación era difícil de creer.
En pocos minutos las palabras del presidente desataron la ira de los republicanos que se sintieron insultados, lo que ha provocado una crisis más a pocos días de que los estadounidenses vayan a las urnas. Los comentarios tenían lugar poco antes de que Kamala Harris llamara al respeto y a la unidad del país en lo que ella calificó de ¨argumentos finales¨ de su campaña, en los que presentó su candidatura como un momento para pasar página y dejar atrás la división en el país. Un objetivo que parece compartir el exgobernador republicano de California Arnold Schwarzenegger, quien acaba de anunciar que apoyará la fórmula Harris- Walz porque ha llegado el momento de ¨cerrarla puerta de este capítulo de la historia estadounidense¨, con un ¨líder fallido¨, dijo refiriéndose a Trump, que ¨pasará a la historia como el peor presidente de todos los tiempos¨. Solo le faltaba esto a Kamala Harris a menos de una semana de que se celebren las elecciones, un comentario divisorio de boca de quien se supone debe ser su gran aliado en la carrera por ganar la Casa Blanca. Por eso, el miércoles a primera hora de la mañana, la vicepresidenta se aseguraba de dejar ¨muy claro¨ ante los periodistas que ella no apoya los comentarios del que todavía es su jefe. ¨Estoy totalmente en desacuerdo con cualquier crítica a una persona basándose en su voto. Como he dicho y repetiré una y otra vez, soy sincera en lo que quiero decir: cuando sea elegida presidente de EE.UU representaré a todos los estadounidenses, incluidos aquellos que no votaron por mi¨.
Las palabras del jefe de estado desataron tal tormenta electoral, que nublaron todo lo que los demócratas habían construido en las últimas 24 horas. El compañero de fórmula de Harris, Tim Walz, que había sido invitado a un par de programas de televisión para remarcar el discurso que la vicepresidenta lanzó la noche anterior ante miles de personas, también se vio obligado a capear la tempestad con incómodas preguntas acerca de los comentarios de Biden, que han sido carnaza para los republicanos. El senador Marco Rubio, republicano por Florida que se encontraba con Trump en un evento en Pensilvania, subió al escenario para exigir una disculpa de Biden, ¨no somos basura¨, dijo enfadado, ¨somos patriotas, amamos EE. UU. ¨
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